La Prensa. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 29, Ed. 1 Friday, November 13, 1914 Page: 4 of 8
eight pages : ill. ; page 20 x 14 in. Digitized from 35 mm. microfilm.View a full description of this newspaper.
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EL ANUNCIO ECONOMICO.
Como nuestros lectores ha
brán notado tenemos en nues
tro diario una sección llamada
de Anuncios Económicos so
bre la cual queremos llamar
la atención del púdico en ge
neral.
Esta sección es de verdade- j
ra importancia para el que j
busca un empleo para el que.
quiere un empleado o sirvien
te para el que tiene algo que
vender o comprar para todos j
en resumen los que necesitan j
ponerse en contacto con al
guien para llevar a cabo e! a-j
rreglo de cualquier negocio.
"La Prenda" es el periódico
mexicano más leído dentro y j
fuera de San Antonio y sus i
anuncios son de resultados prác
ticos inmediatos. En cuanto al
precio de ellos en la sección de ;
Anuncios Económicos báste-j
nos decir que podemos publi-l
carlos hasta por 'a insignifi- i
cante suma de 15 centavos.
Si necesita usted trabajo o¡
empleados si trata de rentar i
comprar o vender alguna casa j
o terreno si ha perdido alguna
cosa si quiere comprar o ven-:
der muebles joyas etc pase a'
nuestras oficinas y le daremos I
a conocer nuestras condiciones;
para publicar los anuncios e- i
conómicos. Por muy poco di- i
ñero conseguirá la que usted
desea pues "La Prensa'' es'
leída en todas partes.
PIDEN LA EXPULSASION
DE VILLA.
Noticas recibidas de la ciu
dad dt; México dicen que los
generales Pablo González Al
varo Obregón Eduardo Hay y
Lucio Blanco principales "ge
nerales" del Ejército constitu
cionalista. han lanzado un ma
nifiesto que ha circulado en
toda la República en el cual
ellos piden en términos enfá
ticos la eliminación de Fran
cisco Villa del ejército y que
sea relevado del mando de la
División del Norte.
Quieren que el nuevo coman
dante de esa División sea nom
brado por ellos y que el nom
bramiento sea aprobado por
el Primer Jefe y la Conven
ción. También dicen que la
Convención debe aceptar las
peticiones demandadas por
Carranza antes de que se tome
en cuenta su renuncia y a me
nos que la Asamblea reforme
sus procedimientos en el senti
do indicado por ellos se pon
drán a sus órdenes o en caso
contrario se pondrán del lado
de Carranza y pelearán por
el Plan de Guadalupe que
desde un principio sostuvieron.
Los firmantes del manifiesto
critican también a los partida
rios de Villa por haber admi
tido en la Convención a los de
legados de Zapata que fueron
connotados enemigos del Pre
sidente Madero y que toma
ron parte activa en las delibe
raciones de la Asamblea: pues
que ahora los partidarios de
Zapata bajo las órdenes direc
tas del mismo Emiliano están
operando en unión de los ex
federales de Argumedo y otros
jefes que según se dice están
atacando Puebla y se dispo
nen a atacar a la Capital.
LA ESCALA DESCENDENTE
Como en pedagogía el mé
todo descendente de ir de lo
más a lo menos para me
jor inteligencia de los niños
en determinadas explicación
nes; así en la escala Presi
dencial en México se ha veni
do poniendo en práctica dicho
método para la mejor "com
prensión" del pueblo y su me
joramiento general pues a
don Porfirio lo sucedió como
todo mundo lo sabe de la Ba
rra; a este Madero; a "Pan
chito" Huerta; a Huerta Ca
rranza; y este último muy a
su pesar pero con beneplácito
de la Convención de Aguasca
lientes el más iiustre y encum
brado ciudadano que haya te
nido hasta hoy la hermosa pa
tria de Hidalgo y de Juárez.
Asi pués la escala presiden-
cial ha venido de lo más a lo j
menos de io mucho a lo poco |
de lo racional alo empírico; I
y por último de lo útil y ¡
práctico a lo inútil y retros-1
pectivo pues la sucesión ha j
sido cada día descendente!
hasta caer hoy en una desig-¡
nación que produce vergüenza
pero que a la farsa
cómico-trágico-política de A
guascalientes le parece la úl
tima palabra en materia de
nombrar Presidentes.
El carnavalesco festín revo
lucionario ha sido una verda
dera nota de alta trascenden-
cía (?) para México e indu-1
dablemente la historia al na
rrar mañana la heroica (!)!
cruzada Madero-Carrancista
tendrá que grabar con carác-:
teres imborrables esta memo
raoie etapa en nuestras re
voluciones intestinas que si
bien es verdad ha tenido su
bandera de evoluciones nece
sarias al país los procedimien
tos empleados para realizar ta
les evoluciones han sido un
horroroso festín de venganzas
atropelios v robos incalifica-j
bles; procedimientos que re
prueba la civilización moder
na y condenan la sana razón
y la justicia si es que la justi
cia y la razón no han desapa- j
recido como parece de en
tre nosotros.
Se nos antoja a veces que ¡
los hombres de hoy en nuestro
país se han vuelto locos o que ¡
la faz de nuestra civilización
se ha invertido por la fuerza
de un mandato del destino i
destino que tenemos señalado
en el concierto mundial. Cual-i
quiera diría que México tien
de a perderse que sus pasos ¡
sólo son encaminados al abis-l
mo sin fondo de el desprestigio
y del deshonor sin contar con
el oprobio de los inactivos que
aparecen indiferentes e inmó
viles. como estatuas ante los
acontecimientos que en pleno
siglo XX. y cuando estábamos
en la mayor altura ante el
I concepto extraño 'se están
• desarrollando con violencia
eléctrica tendentes todos a bo
j rrar del mapa a México y a
perder nuestra Nacionalidad
I ya que nuestra apatía y nues
tra falta de civismo y de unión
i porque unión v civismo es lo
; que necesitamos ahora se
muestran en toda su plenitud.
Indignación v vergüenza
j producen los acontecimientos
¡todos cue el mundo entero
contempla con sobrada admi
| ración en nuestro infortunado
país pues la anarquía prime
ro y el caos después ha si
do la nota final de la Conven
ción de Aguascalientes cuan
do todos esperábamos el re
surgimiento de mejores díhs
| y la terminación de la mas
oprobiosti de las guerras para
aquella tierra digna por mil1
títulos de mejor suerte.
Sin embargo esperemos to
davía. pues del caos puede |
surgir la vida Nacional depu-j
rada de todo sus errores y con
vencida de que toda evolución |
debe levantarse brotar ra-!
diante y bella despues de una;
i poca de educación al pueblo
y que el medio de combatir
las dibiüdades humanas no i
es. ni sera nunca la fuerza'
de las armas sino la escuela j
el periódico la tribuna v la |
moralidad y el ejemplo de los
gobiernos.
Esperemos todavía pero to
dos unidos y llenos de amor1
a la patria para poder hacer j
en un esfuerzo supremo y en
un sacrificio heroico del des
garrado cadáver un país si
no vigoroso al menos próspero
y feliz en nuestras posibilida
des de acción y en nuestros me
dios de vida.
Rogelio Rivas Flores.
VILLA PROTESTA SU ADHE
SION A GUTIERREZ
Por medio de! siguiente!
mensaje dirigido a la Prensa!
Asociada el Jefe rebelde Fran
cisco Villa hizo pública una
manifestación de apoyar al Go
bierno provisional de Eulalio |
Gutierrez emanado de la Con-1
vención de Aguascalientes: ¡
Habiendo el General
Eulalio Gutiérrez prestado i
»a protesta de ley como1
Presidente provisional de la
República ante la Cor<ención
militar reunida en esta ciudad. I
':<igo saber al pueblo mexicano
y al mundo entero que estoy
de acuerdo con esta designa
ción y que apoyaré y sostendré
al mencionado General Gutié-I
irez por la fuerza de las ar-l
mas pues lo considero un ver
dadero revolucionario iden
tificado con el pueblo y dis
puesto a respetar la ley y ha-i
cer que sea respetada y a tra- ¡
bajar por el engrandecimiento 1
y el bienestar de la patria." ¡
Comentaremos con breves j
frases esta declaración del lla
mado Jefe de la División del.
Norte.
Nosotros no sabemos hasta I
que punto y bajo que aspecto'
pueda ser Eulalio Gutiérrez 1
un verdadero revolucionario i
Teóricamente el ideal revolu
cionario siempre implica un'
día de mejoramiento social un
principio superior a los ya exis1
* tentes que no se compadece'
generalmente con el grado de!
i cultura e ilustración que tie
nen dentro de nuestro medio j
j ciertos hombres.
^ nos parece que Eulalio
Gutiérrez está en este último
caso. Más diremos todavía el
í llamado Jefe de la División
del Norte se encuentra en la
j misma situación. No creemos
sinceramente que sepa ni ru
dimentariamente lo que es una
revolución y por lo mismo me
nos podemos creer que sea o
que pueda ser lo que nosotros
llamamos un revolucionario.
Esto es cuestión de aprecia
ción. Dentro de nuestro crite
rio tocio tiene explicación ra
zonada y razonable.
No sabemos dentro del cri
terio del llamado Jefe de la
División del Norte como se ex
pliquen estas cosas.
Gntierrez contes
ta a Cándido
. Apilar
OPINA QUE PRONTO SAL
DRAN LOS AMERICA
NOS DE VERA
CRUZ.
El Jefe carrancista CándidoI
Aguilar se dirigió en días pa-j
sados al presidente por veinte
dias Eulalio Gutiérrez protes
tando contra el movimiento ¡
extendido en su favor por la ¡
Convención de Aguascalientes
para que se encargara de ha-1
cernos felices durante el corto
tiempo mencionado; y contes-!
tando su telegrama al referido
Aguilar dice Gutiérrez lo si
guiente :
"La Convención militar que I
ha estado trabajando patrióti-;
camente para llegar a una so- j
lución satisfactoria y restable- j
cer la paz en la república me ■
nombró por voto casi unánime:
presidente provisional y debo
decir de una vez por todas que ¡
la Convención no ha obrado ¡
bajo la presión de nadie ni sel
ha inclinado a favorecer de- ¡
terminada bandería política ni
sus votaciones han obedecido!
a órdenes extrañas; sino que
todos sus actos han sido ins- -
pirados por el más alto patrio- j
tismo."
El mensaje en cuestión re-;
c
fiere el hecho de que los gene- j
rales gobernadores y coman- ¡
dantes militares representa
dos en la Convención se suje
tarán en^ todo a sus decisiones
v Eulalio Gutiérrez expresa la i
x • - \ !
confianza de que también A- j
guilar movido también por un ¡
sentimiento patriótico acepte ¡
tales decisiones. Dice además
que los delegados votaron vien
do solamente por el bienestar
del país y continúa:"
"El General Villa ha renun
ciado definitivamente y aban
dona el mando de la división
del norte. La delegación zapa
lista ha dado toda clase de se
guridades de que el general
Emiliano Zapata hará otro tan
to y désde iuego los miembros
de la Convención han recono
cido al Gobierno emanado de
ella por lo cual han quedado
satisfechas las condiciones exi
jidas por Don Venustiano Ca
rranza.
"Desde este punto de vista
yo no veo la justicia de su ac
ción particularmente cuando
usted está comprometido a res
petar y hacer respetar las de
cisiones de esta Asamblea."
"Respecto a la ocupación de
Veracruz por las fuerzas ame
ricanas debo informar a usted
que hay fundadas esperanzas
de que todo se arregle en poco
tiempo y de que todos ios me
xicanos pondrán cuanto de su
parte esté a fin de que termi
ne la afrenta que hemos sufri
do."
"Espero su inmediata con
testación. Si usted en persona
hubiera estado aquí habría
hecho justicia a la Convención
al ver la manera de llevar a
i cabo sus trabajos. Cveo que su
¡actitud se debe a malos infor
mes que han propalado los ene
1 migos de nuestra causa."
En estos momentos el gene
rral Pablo Gonzalez ha mani
j festado su conformidad para
i someterse a las disposiciones
de la Convención pidiendo so
¡ lamente que se prorrogue el
I plazo para que el señor Ca
rranza entregue el poder. Por
¡ lo tanto espero que usted to
mará esto en cuenta y que se
I decidirá a sostener lo hecho •
¡ por la asamblea."
"Lo ¿aluda afectuosamente !
Eulalio Gutiérrez.
LA CARNE INMORTAL
(Por James Middleton.)
En el último libro salido de
la pluma del sabio doctor Elie
Metchnicoff y titulado "La
Prolongación de la Vida" el
inteligente fisiólogo trata cues
tiones tan trascendentales y
plantea problemas de tal im
portancia para la humanidad
que todos los sabios del mundo
se preocupan ahora de verifi
car o desechar las hipótesis
que emite. La muerte de los or
ganismos animados ¿es inevi
table? pregunta el doctor Met
chnicofí. Y a esta pregunta se
encarga de contestar en for
ma negativa el no menos sabio
doctor Carrel del instituto
"Rockefeller" asegurando al
mismo tiempo que los princi
pios sentados por el doctor
Metchnicoff son hipótesis que
tienen un sólido fundamento!
científico y que la ciencia se j
encargará de comprobar por
medio de la experiencia. El
mismo doctor Carrel ha em
prendido una serie de experi
mentos encaminados a ese fin
y de los resultados que hasta
hoy ha obtenido se desprende ¡
que no está lejano el día en(
que la ciencia unida a la filo- ¡
sofía proclamen a una sola!
voz la inmortalidad de la car-¡
ne.
En el curso de su libro el |
doctor Metchnicoff plantea j
problemas y formula interro
gaciones como estas: ¿Cual es
la causa de la vejez? ¿Por
qué el cuerpo y el espíritu hu ¡
manos no permanecen eterna- i
mente jóvenes? ¿Porquésiemj
pre hemos de morir? ;.La'
muerte es inevitable como al-1
go que es esencialmente inhe-!
rente a la estructura del cuerj
po humano o es por el con-'
trario un accidente suscepti-'
ble de ser evitado?
Al tratar esta materia se!
usa con frecuencia la palabra
"muerte" en un sentido poco1
preciso. El sentido en que Met!
chnicoff y Carrel toman la
palabra es raro en extremo.
La ciencia distingue dos cla
ses de muerte: la muerte "ac-l
cidental" y la muerte "natu-i
ral." Casi la totalidad de los i
hombres mueren "accidental- ¡
mente;" su muerte es esencial!
mente violenta. En ese caso no
mueren realmente siró que los
matan; y al decir que los ma
tan no queremos decir que
sea necesario el empleo de ar
mas de fuego o cualesquiera
otras. El niño que muere de
sarampión el hombre o la mu
jer que caen víctimas de una
neumonía o de un cáncer mué
ren accidentalmente. Todas j
las muertes ocasionadas por
las enfermedades son de esta
clase y todas pueden ser pre
venidas teóricamente al me
nos; pero hay otras muertes
que son consecuencia de ata
ques que provienen de fuera
del organismo y éstas no son
necesariamente inherentes al
mismo organismo. Ya sea que
muera un hombre atropellado
por un tren expreso que cami
na con una velocidad de vein
te millas por hora o a conse
cuencia de una invasión de los
I
microbios del tétanos o de la I
tuberculosis su muerte presen
ta el mismo carácter acciden
tal. Todos ellos son casos de
muerte "accidental." Prácti
camente todas las muertes
que observamos a diario perte
necen a esta clase. Todas núes
tras luchas sen contra estos
enemigos exteriores de los
cuales los más numerosos y
persistentes son los microor-j
ganismos.
¿Cuáles son las causas
de la muerte?
Supongamos ahora que vivi
mos hasta el último instante
libres de toda enfermedad;
en tal caso no sería posible es
¡ capar a la muerte. A medida
que pasan los años sentimos
cierto decaimiento general: los
cabellos encanecen la piel se
arruga el sistema muscular
pierde su agilidad de la juven
tud; los huesos se vuelven que
bradizos y la sangre no puede
correr con facilidad en las ve
nas. A pesar de esto los mé
dicos no podrán decirnos que
padecemos una enfermedad
determinada y específica: por
lo general la única explica
ción que se da es que comen
I zamos a envejecer. Finalmen
¡ te después de un período de
senilidad el corazón deja de
latir: al instante morimos or
dinariamente con quietud y sin
dolor. Sin embargo no hay
signos de enfermedad o de
¡muerte "accidental;" el diag
nóstico popular es que mori
rnos "de viejos". Esta pérdida
gradual de las energías esta
desintegración paulatina de
las fuerzas vitales es a
lo que los hombres de
ciencia llaman "muerte natu
ral." Esta clase de muerte na
tural es muy rara y hay quie
nes sostienen que todas las
muertes habidas hasta hoy
han sido muertes accidentales.
£in embargo la opinión de los
más reputados expertos es que
de cuando en cuando se dan
casos de muertes que pueden
ser consideradas como "natu
rales."
Según esto además de los
numerosos enemigos exteriores
con los que tenemos que lu
char constantemente hay en
nuestro organismo un princi
pio esencial que nos tiene con
denados a la muerte. ¿Cuál es
esta fuerza misteriosa? Teólo
gos y filósotos encuentran una
pequeña dificultad en este pro
blema. La muerte es el com
plemento de la vida: hay un
principio de muerte de la mis
ma manera que existe un prin-j
c-ipio de vida. El nacimiento
la edad madura la senilidad
y la extinción completa del
hombre representan de mane
ra exacta el orden del ciclo de
la existencia. Esta ley es la
misma que rige la revolución
de los planetas o el cambio de
las estaciones; pero los hom-|
bres de ciencia especialmente
los materialistas no aceptan J
esta explicación metafísica. I
Para ellos la muerte no es una
mera frase una abstracción
un "principio" sino un hecho
físico y material. Y un hecho
físico demanda una explica
ción también física. La dege
neración física y el decaimien
to no se producen por sí mis
mos; tienen varias causas en-j
tre las cuales la más palpable ¡
son los microbios que produ-j
cen las enfermedades conta
giosas.
La muerte "natural" es un
auto-emponzoñamiento.
El doctor Metchnicoff pien
sa que la muerte se produce
de otros varios modos; que en
ocasiones es una muerte "na
turar." Conforme a esta teoría
las células de que está com
puesto el cuerpo humano in
dependiente de cualquiera o
i tra influencia generan o pro
¡ ducen ciertos venenos que
¡ son los que a la postre se en
cargan de destruir a los pro
pios tejidos o células que los
han producido. Las células se
destruyen entre sí y son reem
plazadas por otras nuevas. En
el curso de este proceso de
'transformación se producen
ciertos venenos y toxinas cu
yos principios son antagonis
; tas de la vida. La "muerte na
I tural" en otras palabras no
jes otra cosa que una especie
de suicidio inconsciente y des
conocido. Esta teoría confor
me la expone el gran fisiólogo
: ruso quiere decir que la muer
te es inevitable pues si en al
gunas ocasiones el hombre pue
de librarse de la acción de los
venenos que lleva interiormen
te. nunca se puede librar de e
11a; pero si podemos escapar
de los accidentes violentos y
de las enfermedades malignas
en apariencia no hay razón
para que no podamos vivir
eternamente. El elíxir de la
vida será aquel agente que
pueda libertar a las células de
los venenos que producen ellas
mismas sin cesar.
(Continuará) '
SE ENCUENTRAN UNAS
RELIQUIAS.
En la antigua casa de la
Corte de esta Ciudad que es
taba situada por hi calle de
Soledad se han encontrado
unas reliquias colocadas por la
Logia Masónica del Alamo
cuando se construyó el edifi
cio en 1857. El descubrimien
to se hizo a consecuencia del
derrumbe que se ordenó
de esa finca para ampliar la
calle. Las reliquias se encon
traban en una caja de hoja
de lata colocada en la piedra
angular y consisten en docu
mentos y periódicos de aquella
época que ya están casi ilegi
bles una Biblia libro de ora
(iones y leyes masónicas varias
reglas de latón y nueve mone
das de oro plata y cobre que
fueron las únicas cosas que se
encontraron en buen estado.
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Lozano, Ignacio E. La Prensa. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 29, Ed. 1 Friday, November 13, 1914, newspaper, November 13, 1914; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1067204/m1/4/: accessed July 16, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu.; .