La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 10, No. 238, Ed. 1 Wednesday, October 11, 1922 Page: 3 of 8
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ι ft. » j ι 8 y ν r-si a f
V UL.L.IU1N L=UÍ I uu<iz\i_
l/Λ ñ4G70 INICUO
El señor Froilán C. Manjarrez Gobernador
de Puebla La hecho declaraciones en las que afir-
ma que no existe actualmente peligro de que se
reinstale en el gobierno al General José María
Sánchez ahora periodista y sociólogo aseverando
además qne en caso de que dicho ex-funcionario
se atreviese η volver a Puebla inmediatamente se-
ría aprehendido cosa qne no se ha hcchn tndqria
debido al pact η atie se cicero con el Gobierno del
Centro por rirtud del ami no se procederá en
ronfra. ilrl renefídn General Sánchez mientras és-
te permanezca alejado de la política del Estado.
Tan rotunda afirmación fué motivo para one
se rerabasen opiniones del Τ'roen ra dor de .Tnstioia
de la Remiblica y de algnnos Jueces de "Distrito
sobre la legalidad o ilegalidad" del ponderado nac-
to. one τ]orp a conceder la inmunidad absoluta
del General Sánchez nor más one el nroceso one
se si«me ron motivo del asesinato de los Ti«rrm.
nos Moro arroje segrí η parece datos suficientes
pnra proceder en contra del ev-mandatario no.
b'ano. sníetnndo dielta imnnnidad a un reo»ií«ito
meramente circunstancial. como es el de n"c San-
cha tome participación en la política poblana o
se mantenga anortado de ella.
Gomo miv bien lo b<>n ΑΐΛη el "Procnmdor
señor T^elbnmean ν el Juez "Rordi-eseTi. sem^Tontp
parto o convenio entre autoridades de cunlonier
orden para deiar impune un delito no sólo no
puede admitirse de^de un punto de vista legal si-
no one conctituve un acto ilícito nenado nor nnes-
tras leyes va one el arpíenlo 1012 de? Godizo P<«.
nal que trata de la coalición de funcionarios ex-
presa que: "Guando el acuerdo tenga por objeto
impedir Ta ejecución de una lev o reglamento se
aplicarán dos años de prisión y destitución de
empleo** y en el presente caso se trata de imnodir
que las leves penales se cumplan sustravéndose
asi el General José María Sánchez a la iusticia
que debe «¡er igual para todos con la sóla con-
dición de no mezclarse en la política de tal o cual
Estado cuando esa circunstancia no tiene sig-
nificación al?nna. ni pne«7e tenerla nnrn imnedir
que el exmandatario poblano responda ante los
tribunales de sn condncfa y de los delitos one so
le imputan en el proceso que se sigue a causa del
horrando asesinato de los hermanos Moro.
El Gobernador Man in rr o ζ ha cometido una gra-
ve indiscreción al revelar la existencia de un pac-
to entre él y las autoridades del Centro no sólo
ilícito sino verdaderamente inicuo que no puede
ser respetado y que en rigor suieta al propio'man-
datario y a las autoridades del Centro con las que
haya pactado a graves responsabilidades del or-
den penal. Tanto por el buen nombre de la ius-
ticia como porqne la Nación está interesada en
conocer el alcance la naturaleza y los términos
precisos de pactos de esta índole debe ponerse en
claro lo que haya en este particular y no asegurar
la impunidad del General Sánchez qne debería
ser el primero en mostrarse dispuesto a compare-
cer de manera espontánea ante los tribunales a
fin de depurar por completo su conducta justifi-
cando que Camarillo no procedió en sus actos por
mandato o instrucciones suyas y que por lo tanto ι
es inocente del crimen que enlutó los hogares de
los honorables y caballerosos señores Moro.
Todo indica sin embargo qne no es ésta la
linea de conducta que se ha trazado el General
Sánchez; y en vez de haber permanecido a su re-
greso de las tierras de Trotzkv y de Tcliitcherin
en una discreta penumbra para que la Nación ol-
vidase a un funcionario de quien tan malos re
cuerdos se guarda especialmente en Puebla se lia
dedicado a una labor de publicista y de sociólogo
que lia estudiado con grande acopio de datos el
problema obrero tal ν como éste se encuentra
planteado en la actualidad en los principales paí-
ses europeos.
Semejante publicidad lia dado motivo como
es natural a que. quienes se lian sentido agra-
viados por los actos de Sánchez durante su sres-
tión tan desventura ría en Puebla y que terminó
con un acto dramático y sangriento pongan de
relieve lo inmoral que resulta que el ex-funciona-
rio se dedique a una labor de ostentación y de
propaganda en los «-irruios obreros coii fines que
fácilmente puc<len colegirse.
"A Sánchez—dicen los firmantes de una carta
de protesta dirigida al Director de un periódico
capitalino—le odia el pueblo poblano con odio tan
enorme romo enormes son los crímenes con que
lia manrhado nuestro suelo. Sánchez ha sido una
maldición para nuestros hogares. ¿Qué es Sán-
chez? ·· l"n hombre astuto sagaz pleno de
irritantes hipocresías y de cinismos que sublevan.
Λ Sánchez le reclama «Ί patíbulo; y si ahora por
las presiones de nsalquiur personajón ambicio-
so. no lava con su sangre la sangre inocente que
sus sicarios derramaron mañana caerá bajo el
peso «le la justicia porque es de esos criminales
señalados por el fallo inexorable de la opinión
pública".
¿Y un individuo de esta naturaleza que jun-
tamente ron Mágica fuera el exponente más. se-
ñalado del desgobierno y del desbarajuste admi-
nistrativos señalándosele como autor intelectual
de horrendos crímenes debe quedar impune por
un pacto inmoral que celebran las autoridades
con el objeto de evitar que comparezca eomo debe-
ría aute los tribunales para ser juzgado y decla-
rado culpable o absuelto según procediese en dere-
cho? Si el General Sánchez hubiese permanecido
en Rusia estudiando los desaguisados de los bol·
shevikis y lamentando que los psendo directores
del pueblo traigan los dedos cuajados de brillan-
tes ni más ni monos que como algunos líderes
obreros de nuestra República que nos son de so-
bra conocidos podía decirse que las dificultades
de extradición impedían que el General Sánchez
fuese exhortado en debida forma para responder
de su conducta pero el hecho de que se halla a
unas cuantas lesnas de distancia y en territorio
mexicano bastaría para que se le exigiesen las
responsabilidades que procedan en vez de am-
pararlo benévolamente con el manto de la impu-
nidad. contrayéndose un pacto que como antes de-
cimos no sólo es ilegal e inicuo sino que on ca-
so de no ser letra muerta los preceptos del Código
penal entrañaría gra\cs responsabilidades para
las autoridades que lo contrajeron amén de la
destitución de que habla también expresamente el
citado Código.
Si bien es cierto que la Secretaría de Gol>er-
nación a car lo transitoriamente del licencidao Ya-
lenzuela negó la existencia de dicho pacto en cam-
bio qnedan en pie las aseveraciones del Goberna-
dor de Puebla que no dejan lugar a dudas; y
como resultado de haber consignado estos hechos
el Procurador General de la República pronto se
llegará a hacer importantes declaraciones aun-
que no es creíble que ese pacto o convenio haya si-
tio fornudizado en forma documental sino que
fué un arreglo verbal entre el Gobernador de Pue-
bla ν al ¡runas de las autoridades del Centro.
EFEMERIDES MEXICANAS |"«!"
U DE OCTtTBRS DE 1S17.— En
este día fí cometió en una. acceso-
ria de la calle de '-a Canoa de la
«•■udad de México un crimw) que
£lamó mucho !a atención.
La victima fué el teniente coro-
tiel retirado D. Angel Pascual de
Casabal ν al notarse su desapari-
ción comenzó a sospecharse que hu-
biese sido asesinado.
La autoridad aprehendió por ese
motivo a D. Francisco Calderón hi-
jo de un honrado escribano encar-
gado de uno de los oficios do la cá-
mara de la Audiencia. El preso ha-
bía reñido hacia dlns con el desapa-
recido y por eso se creyó que ten!a
algo que ver con su desaparición
pero como no so le pudo probar na-
va. fué puesto en libertad.
El día 21 de octubre en la madru-
gada un vaquero que conducía una
partida de vacas a la ciudad de Mé-
xico parí ser ordeñada? notó que
una de e'.las había entrado en una
acequia a comer las plantas acuá-
ticas qu? allí so crían y que no
podía salir por k> que tuvo que a-
yudarla y así notó que lo que le
impedía qae saliese era un bulto que
se le había enredado en la pezuña de
una de las patas delanteras.
El vaquero ex.uiKnó el bulto y vió
«ron horror que era la cabeza de un
hombre envuelta en un pedazo de
paño por lo que inmediatamente dió
parte a las autoridades que proce-
dieron a la aprehensión de Calde-
χό u-
Ulíes to éste en libertad dos suce-
sos providenciales guiaron al descu
Dnrruenio uei «uucii. j-.. μι-mviu
fu¿ haber oído el alcalde de corte.
Mansilla quo asistió a una función
teatral como juí-z. decir a dos irrdi-
1 viduos del pueblo que se hallaban
frente al palco dei juez en el lugar
que entonces se llamaba "mosquete*·
y ahora "galería" que en una vina-
tería se decía quo un tal Tomas·'·α
había sido el que dió muerte a Ca-
saba!. El juez Man silla hizo que
el oficial de la rruardia del teatro
prendiese a esos dos Individuos y en
el mismo cuerpo de guardia se les
tomó declaración por medio del es-
cribano que asistía al teatro con el
Juez. De allí se dirigió Mansinat
sin pérdida de tiempo a la vinate-
ría indicarla donde confirmó la no-
ticia de la conversación procodién-
dose en s^cruidj α la aprehensión de
Tomasón. llamado asi por su fuerza
corporal y lo grosero de sus moda-
les. Su nombre era Tomás Lloret
de 31 años y había ido a la Nueva
España como criado del genera! don
José ds la Cruz el que lo despidió
de su casa de Guadalajara por su
mala conducta pasando de altf a
México que era donde se ocultaba
hi gente perdida de las demás po-
blaciones.
Tomasen en su declaración negó
tener participación alguna en el¿ cri
mea y hubiese sidb puesto en liber-
tad si otra circunstancia providen-
cial no hubiera acudido en su con-
tra.
Antonio Triüanes tenía frecuentes
riñas con su mujer y en aquellos
d'as ésta se quejó de malos tratos con
tra su marido por lo q' fué aprehen-
dido. ΛΙ preguntársele si sabia por
qué st» hal:aba preso contestó que
creía que por- el asesinato de Casa-
bal. Coa tal declaración fué envia
de la causa JIansilla ante el cual
declaró circunstanciadamente cómo
se había cometido el delito.
i ' " —
FRANCES SHE
■ XI —
La ilusión de los griegos
Traducido del Francés
Traicionando a Serbia fu6 como er
1905. hizo posibles »*! rey Constanti-
no !a agT^sión de Bulgaria el bio -
íueo de Rusia y todo lo que se si-
guió. Xo se lixi olvidado Tos aconte-
cimientos de esa época ni tampoco la
htplicidad y la mala fe del cuñado
3e Guillermo ΓΓ. Una vez que Constan
lino hubo partido los írriecos le con-
fiaran al señor Venizelos la tarea de
hacer perdonar las traiciones y aún
os crímenes del ex-rey·—y el señor
Venizelos tuvo »'xitc
¿Qué hicieron le» priegos para tes-
timoniarles a los aliados su agrade-
cimiento? Una vez que tuvieron en
sus manos las ventajas adquiridas
por el señor Yenize'os expulsaron a
íste y llamaron de nuevo a Constar.-
:in© el traidor.
Ahora desean después de haber es
julsado otra vez a su Constantino
llevar a cabo cc n éxito la misma ma-
liobra llamando de nuevo a Amenize-
os: pero on esta ocasión su inerati-
:ud fué demasiado negra: no pue-
ie perdonárseles.
Al llamar a Constantino ratificaron
le antemano su política. Ahora bien
a política con^iantiniana acaba de
lar s::s resultados iiatu-ales: la des-
rucción d·· la obra de \"enizelos y el
iesquite de los turcos. En vano los
lelenófilos de Francia les advirtie-
■on a los grriesos que había que Ke-
L*ar su frente aiuuoliano sobre ía
Sana de Sevres $· que esperar en po-
siciones nuevas y reducidas fáciles
ie defender y próximas a la base
irincipal de Operaciones el arreglo
reneral de la cuestión de Oriente por
ís potencias accidentales. En vano
¡e hizo presión sobre el gobierno grie
;o para que efectuara este replie-
gue necesario durante el invierno
iltimo o a principios de esta prima-
rera. cuancTo las r.ieves acumu'adas
.odavía les habrían impedido a los
turcos entorpecer seriamente esta ope
ración tan de'.icada y antes de que
el ejército kwnalistu hubiera sido
reforzado con ayuda de los elemen-
tos puestos a disposición del gobier-
no de Angbra por ios germmo-bol-
shevikistas. En vane algunos amigos
y aún. algunos parientes de familia
real le suplicaron a Constantino que
abdicara en favor de su hijo menor
co^n el objeto de facilitar al mismo
tiempb la conservación de la dinas-
tía y la liquidación del conflicto gre-
co-turco. Dominados por los senti-
mientos más egoístas y más mezqui-
nos. tanto el rey como sus creaiu-
ras se rehusaren obstinadamente a
seguir los cbnsejos (fe los hombres
que colocaban el interés supremo de
la patria por encima de la cuestión
de personas- El monarca no se preo-
cupó más que por su gloria y sus
ministros solamente por su cliente-
la.
cos no era el turco el enemigo sino
siempre Venizeios. Después de haber-
le reprochado ai gran estadista ha-
ber tratado de hacr-r una Grecia de-
masiado grande pretendieron hacer
rna mis grande aún Por grande q'
hubiera sido ¡a ambición de Venize-
ios para su p:u"s le había asignado
límites. Constantino y su banda no le
pusieron ninguno a sus aspiraciones.
Las inflaron desmesuradamente al
mismo tiempo <;je la restauración del
Ν 'hera.no uerroc.ido privaba a ¡a Hé-
lade de las m'ts preciosas simpatías
occidentales. Se fia: on en el concur-
so» oculto de Inglaterra ¿bla cuando
era indispensable la cooperación acti-
va de todas las potencias occidentales
para obligar a los turcos a un arre-
glo duradero. Fueron de torpeza en
torpeza y de locura en ^>cura. En lu-
gar de rep'egarse sobre la rfona de
Sevres empren.Iieron una vasta ofen-
siva contra los kemalisfas. Habiendo
sido rechazados una primera vez la
iniciaron de ηιιςίο y se instalaron
en las líneas dp Eki-Cheir. En vez de
aprovecharse do este éxito para en-
tablar negociaciones de paz. se lan-
zaron a una expedición contra la ca-
pital misma del gobierno kemalista a
una distancia enorme de sus bases de
operaciones. Habiendo sido detenidos
a medio camino y obligados a volver
a sus lineas de partida no abando-
naron sus quimeras. Xo habiendo po-
dido tomar Angora cuya p«ecari3
posesión más les hfbrla embarazado
que servido se p: opusieron ocupar
Constanti.nopia. Con el 'objeto de re-
cuperar el prestigio perdido hizo bri
llar Constantino la Cúpula de Santa
Sofía ante !a ir.iagíny ción de un pue-
blo siempre dispuesto a exaltarse y
a enternecerse cuando se ie habla
de Haghia Sofía. Ccn el mismo fre-
nesí de alabipzas hiperbólicas que
en la primavera de 191" antes de la
expulsión de Constantinop'a pbr el
'señor Jonmar. los periódicos guber-
namentales anunciaron que el cuña-
do de Guillermo II estaba destinado
por Dios para restituirles Constanti-
nopla a la Hé'ade y. a la cristiandad.
¡Y todo para terminar con un des-
astre;
Asi pues 5>s griegos se comprome-
tieron conscier'.emente en pos de
Constantino en una aventura cuyos
peligros se les habían hecho compren
der. No es admisible que no sufran
las consecuencias de ello.
Sin embargo como lo declárate an
tes han tenido la idea de confiarle
al señor Venidlos la misión de re-
presentar oficialmente a Grecia en la
(Pasa a la Pag. 8.)
Por el Lic. V. SALADO ALVAREZ
- JO»; -
Ya he convenido en que en Méjico no hay gentes que deseen la vue»·
ta del Gral. Díáz porque serta esa la locura peor que se pudiera imaginar;
pero en cambio sobra quienes opinen que la política porfirista era patrió-
tica y que verían con buenos ojos el cambio de métodos de gobierno.
Es una boutade decir que no existe el porfirismo sin el GraL Díaz pe-
ro ¿no reconocen todos que existe un pensamiento porfirista una di-
rección porfirista. una forma porfirista de regir la vida nacional? MPIa-
res .de gentes hay que crean que se debe cimentar la paz interior fortale-
cer el crédito dar garantías a la propiedad mantener relaciones cordiales
con los Estador. Unidos y los otros países respetar los contratos que la
nación ha sancionado atraer al capital extranjero reprimir con mano dura
los alzamientos administrar las rentas públicas con pureza moderar los
tributos—en suma. FOCA POLITICA Y MUCHA ADMINISTRACION.
Esa fué el programa de don Porfirio y ese es el programa que "Execl-
sior" considera como suyo y que ha desarropado en el tiempo que lleva
de vida. ¡Acaso el colega presentará un caso de pourceugnacismo y será
porfirista sin saberlo?
La sociedad sana que queda todavía amilanada en parte y en parte
destruida por persecuciones robos perversas enseñanzas y malos ejemplos
sigue crey. ndo que ese programa es el justo el recto el decoroso y el úni-
co quo prolongará su vida. Y la sociedad no es ciegamente sebastianista
ni aguarda la vuelta del rey caído en Alcázarquivir como fingen creer los
que en ello están interesados sino que siente el instinto de conversación
bien enraizado en su ser. A esá política que "Excelsior" ha sostenido con
aplauso del público debe esa periódico su éxito y es extraño que niegue
rotundamente la existencia de la rueda catalina de su maquinaria.
No hay persona en Francia que desee volver a las guerras de religión
ι t-sdflB
a las luchas cor.tra España a los desafíos y a Los pendencias; pero no por
eso se juzga locos a los que hablan de los beneficios de 2a política de
Richelieu o de Enrique IV. Nadie juzga que esté vivo Luis XIV pero to-
dos hallan sus huellas en la centralización administrativa que no pudo- des-
truir la misma revolución que la salvó de perecer bajo el poder del extran-
jero y preparó el advenimiento de Napoleón el continuador de la obra na·
ciona!.
¿yue mus ~! i -\o ácana ae nerrioir en c.3.e jí.1-3 un * · —
a un Presidenta vivo—o casi vivo ? ¿No fui c-1 farewell add res» de
Washington el que destruyó la Liga de las Naciones del iluso 7 poco me-
nos que ilusorio Wilson?
¿Y no se habla de política de Federico de política joseíista y de po-
lítica de Pío IX o de Le6n. Χ1Π?
¿Que la política del Gral. Díaz no contiene cosas antes incógnitas ni
encierra la verdad revelada? Es cierto: toda se halla en los escritos do
nuestros políticos de nuestros sociólogos de nuestros economistas—empe-/
zando por el Padre Maldonado y concluyendo por cualquiera do los ciento
que borrajeaban editoriales en los periódicos. Lo maravilloso es que haya
habido un hombre capaz de llevar esas cosas a la práctica y de sostenerlas
por sesenta aAos- Examínese el discurso del comandante don Porfirio
Díaz al inaugurar en Huilotepec en 1850. el camino interocéanico úe Te-
buantepec y se verá que ni su fondo ni su intención discrepan de las di-
rectivas de la política presidencial del Gral. Don Porfirio Díaz.
Recuerdo del libro de un rabino judio que leí hace años. Examinan-
Jo el Sermón de la Montaña cree demostrar que aquella moral inaudita
iquella sublime orientación que señala a la humanidad derroteros nuevos
aquella idea de un futuro reino de Dios estaban en las obras de no sé qué
doctoras ¿e la thora que habían expresado exactamente lo mismo y hasta
:on las mismas palabras. Ta! vez sea verdad; pero era menester un sér
superior y divino para que resultaran con la hüación que les ha daáo vida
inmortal que las ha constituido en norma de una vida mejor y en el
deal de una humanidad regenerada Τ lo mismo podría decirse (munda-
namente) de la política de todos los grandé·* directores y plasmadores? de
jueblos: abatir el feudalismo unificar Alemania sostener el valladar de
rVustria contra los turcos proteger un antemuro contra los cosacos no con-
sentir intromisiones de Europa en los asuntos de América ni permitirles
'lianzas exteriores unificar a Italia gobernar a Méjico honradamente y si-
guiendo una política nacional de dieooro y de seriedad eran cosas que se
iceptaban hacia centenares y quizás millares de años. Lo difícil era dar
;on los hombres que las llevaran a cabo. Por eso Luis XI. RicbeHeu Juan
íunyade los caballeros teutones Washington. Monroe Mazzini y Díaz son
<
rrandes y existen sus pensamientos o las obras que realizaron.... Fueron
nás originales mientras fueron más vulgares. Auscultar el corazón de los
niobios y percibir bien sus latidos no es cosa que sea concedida a todo
:1 mundo.
Claro que no es fá;il hinchar un perro y que para encontrar loe pue-
>los hombres así tienen que batallar para merecerlos: de eso viene la in-
•ención del hombre providencial y del héro« a la Carlyle todo lo cual ha
iimbolizado la gente en un curioso simbolismo al cual dió forma literaria
Ion Juan Valera. Andaba por las orillas del lihin el sabio Alberto el Gran-
le cuando perdió el camino y tuvo que pedir refugio en la cabaña do un
jescador que le sumisitró alimento ropa seca y lecho modesto pero limpio
r confortable. Al salir el huésped por la mañana dejó al dueño de la casu-
a un regalo curioso: un pez de no sé qué metal o aleación de metales que
enía la virtud de atraer a los otros de manera que bastaba ponerlo a la
irilla del río para que acudieran solícitos a la red. Encantado estaba el
obre con su hailazg.· cuando cata que una tarde se rompió el hilo y el
ülagroso pescado no apareció más. Ocurrió ei pescador hasta Maguncia
iara suplicar a Alberto le hieclera otro pez semejante o mejor si era po-
ible; pero el mágico le respondió: "Amigo qué más quisiera que dejarte
atisíecho; pero el día que hice ese animal que me pides y del cual quí-
iera tener otro ejemplar estaban en conjunción no sé cuántas docenas de
3tros que no vo'verán a ponerse en la misma situación hasta dentro de
Igunos millares de años". Y así nos pasa a nosotros; a cada rato nos sor-
rend#<> la noticia de que llegó ya el día en que los astros están en conjun- «
ión pero no tardamos en convencernos de que lo que está en conjunción
on estrellas maléficas que nos traen todo género de calamidades y des»
racias
San Francisco Cal. a 5 de octubre de 1922.
MAÑANA en esta página:
¿EN DONDE ESTA EL REMEDIO?
(Artículo editorial de LA PRENSA)
COMO PERROS Y GATOS
(Artículo del Lic. N. García Naranjo)
■α5Ξ5Ζ5Ζ5Ξ5Έ5ΖΞΖ5Έ5Ξ5Ζ5Ζ5Ζ5?5£5Ζ5ΖΞΖ5Έ5Ε5Ε5Ζ5Ζ5Ζ5Ξ5Η5Η5Ε5ΕΚ5Έ5ΪΙ5ΗΏΏ.Γ
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me hacéis eos
quillas con
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Lozano, Ignacio E. La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 10, No. 238, Ed. 1 Wednesday, October 11, 1922, newspaper, October 11, 1922; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1068283/m1/3/: accessed June 26, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu.; .