La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 7, No. 2,126, Ed. 1 Tuesday, February 1, 1921 Page: 3 of 8
This newspaper is part of the collection entitled: Texas Digital Newspaper Program and was provided to The Portal to Texas History by the UNT Libraries.
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LAS GLORIFICACIONES "POLITICAS"
Tenemos un nuevo ejemplo de lo que son 1ος
juicios "políticos"' que aquilatan los actas de los
partidarios o antagonistas de "la causa". Las glo-
rificaciones prematuras y las persecuciones o cas-
tigos que se imponen a los enemigos políticos re-
sultan casi siempre al correr del tiempo actos pa-
sionales y notoriamente injustos que ameritan rec-
tificaciones o la reprobación de la posteridad y has-
ta de los contemporáneos.
El nuevo ejemplo a que nos referimos es digno
de comentarse y reprobarse no por otra cosa sino
porque es un caso de persecución política que hace
contraste notorio con una "glorificación" de la épo-
ra.dtl carrancismo.
Como se recordará a raíz del triunfo del ca-
trancismo. cuando el ex-Primer -Tefe regresó de Ve-
racruz y logró instalarse en el Palacio Nacional se
concedieron honores y premios a todos los emplea-
dos funcionarios y profesores qae acompañaron a
Carranza a Veracruz. Λ gloria tenían el haber ido
ron Carranza al edificio de Faros y los principa-
les puestos se concedían a esos adictos que tuvieron
el "honor" de hacer aquel famoso viaje.
Pues hoy ha sucedido todo lo contrario. "Ra se-
sión secreta fué presentado ante la Comisión Per-
manente del Congreso de la Unión un escrito fil-
mado por gran número de diputados pidiendo la
consignación al Oran Jurado <!e la Cámara de to-
dos los Magistrado* de la Suprema Corte de Jus-
ticia de la Nación que sin cumplir los requisitos «le
ley. salieron de la capital tie la República para a-
eompañar a Carranza hasta los Aljibes en el viaje
que intentó emprender nuevamente a Veracniz.
Ka el escrito de acusación se ¡iice que los Magis-
trados que emprendieron ese viaje incurrieron en un
delito porque cambiaron la residencia del Poder Ju-
dicial. sin tener para ello las respectivas facultades
que debían ser otorgadas conforme al Código de
Qnerétaro. por el Congreso de la T'nión.
No queremos discutir la cuestión legal de dicha
acusación porque ella no tiene por objeto respetar
la ley. Si así fuera nada tendríamos qué objetar
per.» en este caso como se comprende sin hacer gran-
des esfuerzos de imaginación el fin im es otro que él
ríe perseguir politicamente a los Magistrados ea-
rrancistas.
Hemos sido de b»s primeros en sostener que el
Gobierno debía depurar «·! personal· administrativo
porque salvo muy contadas exccjH-ioues. la inmensít
mayoría de los carrancistas que se adhirieron o se
incorporaron por conveniencias personales al nue-
vo régimen son elementos nocivos que deben des-
aparear de la administración. Pero en el caso de
!a acusación presentada en contra de los Magistra-
dos de la Suprema Corte no se trata precisamente
le depurar el |>ersonal. sino de eliminar a dichos
Magistrados ¡>or causas enteramente políticas.
Aplaudiríamos sin reservas el mencionado es-
Tito «le acusación si se basara en cargos concretos
1e faltas a la ley o la moral cometidas por los Ma-
gistrados: poro como se sabe la acusación se funda
?n el hecho de que acompañaron a Carranza en su
viaje fatídico.
Si la ley ha de ser pareja para todos croemos
pie entonces deben formularse mas acusaciones y
eliminar a todos los que se encuentren en casos idén-
ticos. De lo contrario se incurrirá en una omisión
notoriamente injusta.
De todos modos el hecho que comentamos de-
muestra que los juicios políticos 110 se fundan nunca
ni en la ley ni en la equidad y que las glorifica-
ciones prematuras o las ]>ersccuciones políticas es-
tán sujetas a un juicio definitivo que es el de la
posteridad o de la opinión pública imparcial.
Si Carranza en vez de terminar su trágica ca-
rrera en Tlaxcalantongo va a Veracruz como pro-
yectaba y regresa nuevamente victorioso entonces
los Magistrados a quienes ahora se acusa con o sin
razón serían objeto de las más grandes atenciones.
"Es tiempo ya de reflexionar seriamente en la
trascendencia de estos errores que revelan una f;JJ
ta completa «le juicio y de espíritu de equidad. Tan-
to las glorificaciones prematuras cuanto las perse-
cuciones resultan efímeras y contraproducentes
porque a la postre los "héroes" los "mártires" y lus
"grandes hombres" son condenados a la historia y
los perseguidos suscitan simpatías o se remiten a la
■ defensa y a la venganza que a las veces llegan a ad-
quirir las proporciones de una guerra civil como lo
liemos visto.
Las calles y las plazas de nuestras ciudades l!e-
van nombres de políticos a quienes todavía 110 juzga
la historia que habrá seguramente «le rectificar
todas esas glorificaciones que no tienen más base
que el espíritu de partido.
Ilasta ahora los triunfos de las armas han sido
la razón suprema que distribuye los honores o la
condenación. Todos bis que pierden así sea honro-
samente. pasan según «Ί criterio «1»· los venceilm-es.
por infames y traidores. En cambio el triunfo im-
provisa famas de que la posteridad habrá de aver-
gonzarse.
Antes «le que Obrcgón venciera en los campos de
í'elava y Trinidad a la famosa División del Xorte.
Jas ciudades del Iiajío. entre ellas las «!«· Sala-
manca y León ostentaban en esmaltadas placas los
nombres de Villa «le l'rbina. y demás generales «le
ese Ejército que daban «Helios nombres a las ca-
lles y avenidas. Γιι día después a la «Mitrada de
las fuerzas «-arrancistas a esas ciudades las placas
que contenían los nombres citados eran sustituidas
]>or otras que llevaban otros nombres no menos
"ilustres".
Pues bien. poco muy poco viviremos vi no ve-
nios un nuevo cambio en las nonuMielaturas de las
calles de nuestras ciudades. Mucho tiempo habrá
«le pasar para que esas glorificaciones sean legíti-
mas y definitivas. Las glorificaciones de les parti-
dos. sobre to«lo cuando están «mi el («obierno son
pasajeras y desautorizadas como lo son también las
pcrsectn-iones.
Por todos estos motivos encontramos la acusa-
ción formula<la en contra de los Ministros de !a
Corte Suprema «le Justicia «-orno una persecución
políti«-a más bien «pie como un a«-te «le equidad
Por justicia y por moralidad el Gobierno «lebie-
ra ha««'r una seb'ccion correcta y mesurada dé to-
do el personal administrative pero sin fijarse en
las filiaciones |#>l!fi«*as. pues 110 creemos «jue la
adhesión personal a los hombres «iel nuevo régimen
sea una patente «le impunidad y de inamovilidud.
I EL COMENTARIO EXTRANJERO jj
BISMARCK Y NOSOTROS
LAS LECCIONES DE LA HISTORIA
Bajo el título: ''Bismarck y noso
tros" el Teniente Corone Rousíel
escribe lo siguiente en el "Gaulois":
Es bien visible que Alemania sí
burla del tratado de paz y de los
que se lo impusieron. Se aprovecha
de nuestras vacilaciones de nuestros
enternecimientos y de nuestras divei
gencias para esquivar hasta dondí
puede sus responsabilidades y des
graciadamente encuentra mucho qu:
la favorece en esa perpetua discu
sión de un gratado de paz que habier
do sido firmado hace dieciocho me
ses no ha sido cumplido ni ha dadc
lugar a sanciones aún. No quiere
después de tantos otros raciocina)
sobre esta deplorable aventura. Pe
ro creo útil traer a la mente algunos
recuerdos históricos que tienen alg-j
dos puntos de contacto con los acor
tecimientos presentes y que por es
ta razón podrían tener alguna in
fluencia sobre ellos si no hubiera
mos adquirido el hábito por orgu !c
o influencia de despreciar demasía
do las preciosas lecciones del pasado
Hace cincuenta años nosotros é
ramos los vencidos como ahora lo es
Alemania pero unos vencidos er
quienes el dolor de la derrota no ha
bía destruido ni la sinceridad ni h
buena fe. En su ¿timo articulo d(
la ''Revista de Ambos Mundos" e
señor Raymond Poincaré nos pinta
e! contraste que nos honra por com
pleto entre la actitud del gobierne
francés de entonces y la que adop
tan ahora los hombres de Berlín- Poi
pesada que haya sido la cuenta que
debíamos pagar la saldamos '.eaimer
te y aún diria de buena gana si pu
diera hacerse uso de este termine
en semejante caso· Es indudable que
esperábamos reembolsarnos de día
algún día; pero no como los alema
nes. haciendo fullerías.
Sin embargo. Bismarck se mantu'
▼o agresivo y desconfiado. Lámentc
y sintió casi remordimientos—em
p!eó esta palabra—de no habernos a-
niquiiado. en tanto que a su lado el
partido militar exacerbado por Mol·
tke un monómano atrabiliário.y poi
Blumentha!. un raitre descortés a
consejaba el odio contra Francia
demasiado presta para reparar sus
ruinas. Soterrado en la soledad d«
Yarzin* fresa de una especie de a
Traducción del francés para
"LA PRENSA".
potación febril el Canciller· pre-ara-
;ba sordamente algunas emboscadas y
trataba por las vías de ur.a diplo-
macia astuta de eliminarnos defi-
nitivamente del concierto europeo.
• Ese era a sus ojos el único medio
de consolidar su obra mal s-ntadaj
aún y de ponerla en el porvenir a i
abrigo de todas las aventuras y de
todos los riesgos.
; Juzgando que el nuevo Imperio 1
I tenia necesidad de alianzas ante to*1
I do. las buscó. Su primera mirada se
dirigió hacia Austria donde no se;<
i había borrado aún por completo el
recuerdo de los recientes desastres
i p¿ro que presa de dificultades in-j
' tenores bastante graves parecía an· j
dar en busca por el momento de un
¡punto de apoyo. Hizo insinuaciones a
¡ las que Francisco José respondió
muy fríamente en un principio y des
pues si no de una manera muy ccr-
• dial sí por lo menos más amistosa
■ jy protocolaria. Arregló entre los dos·
soberanos antes enemigos las en-¡
trevistas de Ischl de Gastein y de
Salzbourg. El en persona conferen
ció con Bents Canciller de la doble ι
monarquía a la que subyugó y redu-¡
jo a la esc'avitud: ''Nuestros dos es-i
piritus coincidieron lo mismo que
una llave en una cerradura" decía.!
Nada más que como lo hacia notar!
maliciosamente nuestro plenipoten- ¡
ciario. el Marqués de Gabriac al dar:
cuenta del asunto "se le olvidó decir
que la persona que era dueña de la
entrada era la que tenía la llave en
la bolsa" y <sa persona era él.
Una vez arrastrada Austria a la <
óbvita alemana se trató de arrastrar
a Rusia operación más difícil. En ]
verdad los lazos de parentezco bas- ι
tante estrechos que unían al Czar con <
í el Emperador Guillermo parecían de- ¡
ber acortar las distancias. Pero el
j Canciller Gortchakow desconfiaba
; ver surgir a su lado una Alemania
j tan poderosa. Bismarck iogró triunfar ·
' de su repugnancio y el mes de sep-
! tiembre de 1S92 consiguió r-'unir en
Berlin a los tres Emperadores. (
Pero entonces experimentó su pri- i
mer disgusto. Desde .uejjo Alejandro <
ill hizo llamar en cuanto llegó a
nue-tro Embajador el señor de
Llontaut—Biron para decrie· que
'¿i debifra tramarse en Berlin a go
•ontra Francia no habría ido". Des
Uvs da ésto declaró Gortchakow
íue "Francia debía ser fuerte para
i.sempeñar en el mundo el papel
iue le ertaba seña ado".
El Canciller estaba furioso. Se ven-
;ó mediante palabras amargas acer
;a de los soberanos a qjien-s según
l3cia había querido "coner en ''po-
se" para estatuas de mármol de ias
¡res Gracias" o acerca de Gortcha·
cow "'que lo divertía con su corbata
blanca y sus pretensiones al genio."
Pero no por eso se hallaba menos de
:epc'onado y para tomar su des-
quite se λ'ο vió hacia Italia al mis·
no tiempo que trataba de romper
le antemano el lazo que tal vez al·
ϊΰη día pudiera unir a !as potencias
:atólicas en una coalición amenaza-
Jora paza el Imperio fundado por ó-
Ese fué e! origen del famoso Kjltur-
vampf del que debía salir completa-
mente vencido.
"Jamás iremos a Canosa" excla-
mó con ana soberbia e imprudente
seguridad. Y sin embargo fué des-
pués de tantas vejaciones inútiles y
bárbaras casi tan humillado y derro-
co como el Emperador franco cuyo
recuerdo había evocado. Llegó un dia
;n que tuvo que inclinarse ante el
formidable poder moral que había
uacado con un furor tan presuntuo-
so y que reconocer que es más di*
tíci. vencer a las conciencias qje re
iucir a la esclavitud algunas provin-
:ias por la fuerza. Contrito a pesar
suyo saludó al anciano romano cau-
ivo y desarmado con el título real
le "Sire" confesando de esta mane-
ra que la debilidad puede aliarse con
a majestad y que existen en ei mun-
lo otras soberanías además de las
jue se apoyan únicamente en los fu
siles y en los cañones.
En suma la tentativa de aisla*
niento de Francia terminó con la a-
ianza íran-rusa y la lucha con-
;ra el catolicismo en la formación en
Alemania de -un partido poderoso
:on el que el mismo Bismarck se vió
>bligado a contar frecuentemente
fueron éstos dos grandes fracasos
ie este hombre tan afortunado en
sus otras empresas. Pero no se tratt
— * m'm m ■ ' "i*vrr>i"tfi ai rwi rtr-
LECTURAS
li POPULARES
Como se verificó el des-
cubrimiento de la ve-
. locidad de la luz !
C
Hemos dicho que el planeta Júpi-
ter es 1300 veces mayor que la Tie-.'
rra que se halla cinco veces más dis 1
tante del sol que nuestro globo: su ϊ
órbita o sea el camino que recorre 1
al derredor d?l sol es cinco veces f
mayor que e! que recorre nuestro 1
mundo. Su año es doce veces mayor
que el nuestro de manera que η jes- l
tros años serían allá meses. Y a pe* r
sar de ser tan enormj la mole de í
Júpiter se mueve al derredor da su r
eje con una velocidad mayor que la i
de la Tierra pues sóo emplea en su t
movimiento de rotación cerca de vein r
te horas. j
Allí los días y las noches son siem· f
pro iguales los climas constantes y t
el calor va descendiendo gradual- s
mente desde el ecuador hasta los do
los. No hay cambio de estaciones y (
aunque recibe veinticinco veces me*
nos calor dal sol que la Tierra es de
creerse qje haya en aquel planeta. *
otra fuent? de calor que dé naciemien-
to a grandes masas d.· vapores y nu-j
bes que se ven con el telescopio y f
que sólo pueü-e producirse con cier-'^
to grado de calor.
Tiene también Júpiter atmósfera
como nuestro planeta p-ro lo más 1
notable son sus sieía íunas porque 1
ellas han servido para descubrir la 1
velocidad de la luz· He aquí cómo f
se llegó a tan admirab e descubrí* (
miento: 1
Las lunas d.1 Júpiter al dar vuelta '
¡a sj derredor paían frecuentemente '
¡ por la sombre que el p aneta proyec- '
¡la tras de si y quedan oca tos ta- '
j ra nosotros exvir.güiéndose de r-pen (
ι ΐε jara iluni.narte en seguida en 1
! cuanto el pequeño g obo sale de a »
sombra- !
Si ¡a Tierra en su movimiento al 1
derredor del sol se halla entre el as- '
tro del día y Júpiter está más cerca '
de c-te que cuando se halla dal otro
lado del sol. La diferencia entre una ι
y otra posición es la del ancho de ia
órbita del sol o sea 293 millones d¿ :
k ¡¿metros. 1
Sabiendo exactamente el tiempo que
emplea cada satí.ite de Jup ter en dar
μ·ί·ι ν:·ί»ιτ:ι. ¿e ouede caicjlar con
toda precision el momento en que
d.be pasar por la sombra. Además
ss notó que cuando la Tierra está
más alejada de Júpiter los eclipses
parecen retrasarse algunos minutos
sin cue cambie no obstante ei mo-
vimiento de los satélites. {;
Esto depende de que a luz para
llegar cciede aili hasta la Tierra a
través d¿l espacio debe emplear
cierto tiempo tanto mayor cuanta
mayor sea ia distancia.
En el momento en que e! satélite
sale de la sombra y entra en o es-
pac.o iluminado por el to¡ envía a
ia Tierra por reflexión la iuz rect-'
oida partiendo el rayo luminoso di"
rectamente hacia nuestros ojos. Aun
que caminí con mucha velocidad ha
tie eaipkar cierto t;empo en sa val-
ia dutancia que media ent¡e el sa-
télite y nosotros y en el momento en
que el rayo luminoso liega nu-'stra
vista vemos al satelite cuando co-
mienta a brillar ae nuevo. Mas si a
• Tierra se halla 298 kilómetros más '
! iejos la luz tendrá que recorrer ese
I espacio más y llegará más tarde que
en el caso contrario. Y ccmo esa di*
íc-rcncia es aproximadamente de un
cuarto de hora naciéndo un cálculo ¡
senci lo se encuentia que la luz a- /
travissa los espacios con una velo-
cidad de 300000 kilómetros por se- j
gundo y que necesita ocho minutos ;
y medio para llegar del sol a noso-
tros. i
' (
ahora de recordar sus decepciones ni ;
d: filosofar acerca de é!. Algo más (
imrortante es buscar para qué pue-
den servirnos.
En 1S72 Aleman a era omnipo-
tente y durante mucho tiempo nada 1
i tenía que temer d.· una Francia que
! aún sangraba a causa de sus heridas
i que- había sufrido la amputación de
j dos de sus provincias y quí trataba
ante todo de liberarse. Sin embargo
i.! que a dirigía creía no haber cum-
plido enteramente su tarea en tan-1
to que no hubiera constituido con-|
tra nosotros un haz sólido de alian-
za que realizaran nuestro aislamien-
to. Buscó esas alianzas s η éxito en
un principio. Hatta d-spues deb.a en
contrarias.
Vencedores como éj no tenemos
que tratar como él trató con un
país franco. Pero más felices acaso
poseemos lo que éi deseaba ccn tan-
I to ardor y en o qu¿ veía ia base e-
¡ sencial de la paz futura—una paz
aiemana por supuesto. No oivide-
inos la 1-cción que nos dio. Tra-
temos ce que en .ugar de distender-
i se los lazos íormadus por la frater-
nidad de armas se hagan más y más
ι estrechos. Cuando un estadista de e-
I sa magnitud ha indicado ei camino
1 que hay que seguir aun cuando se
haya apartado éi mismo un poco de
u. ¿cómo cometerán la imprudencia
de alejarle los que vienen uetras'.' |
i Teniente Coronel Rousset·
Para libros en espagol diríjase us-
. ted a la Casa Editoriai Lozano. 116
j (i. Sta. Roe» At·. San Antonio.
|
I
i COMO TERMING^ CON SUS EN-
FERMEDADES DE LOS
i RIZONES.
I "Sufrí de los rizones en grado su-¡
I no y por espacio de tres semanas'
me era casi imposible el poderme le-1
vantar de la cama." Tal nos dice el \
señor C. E. Brewer de Village ¡
i Springs Ala. "No podía voltearme!
s.n eperimentar los más acerbos do
¡ lores. Al fin compre una botella de
: las Pildoras de Foley para los Riño-
¡ nes y después de que hube tomado
las primeras dosis experimenté gran
alivio hasta que me repuse del todo
gradualmente. Considero . esta me-
dicina como la mejor para los rí-
ñones." De venta en todas las dro-
guería. (Adv.)
EFEMERIDES . \
MEXICANAS ¡
L..·. "
α PIAN DE CUSÍ MATA
•r.sa Mata por ol que se desapro^
t conducta del gobierno imperial se
onvocaba un congreso con^>on ·
Véase cómo desde los primeros días
e México Ubre hasta los ^^nzosos
e Carranza todos los cabcciHas h^vn
.reclamado en México la necedad de
acer una' constitución para tener e
S de Pisotearla si es que llegan ·>
ormarla.
Santa Anna es el tipo de los hom-
res sin ideas. Peleó del lado de los
enlistas contra los insures- fee
dhirió después al Plan de Igua. · ·
el libertador lturbide. que fué 0
ealizó la independencia y fué mu.
arde uno de los que con más ent^ias-
no proclamó a Iturbide emperador
iara luego pronunciarse contra él > .
avor de la república- Y t a ¡
seiló entre la república \ el imperi
egún convenía a sus Intereses. ¡
Hay otro detalle bochornoso que se
α repetido cada ve- quo in-.nfa ulg-.-n
audillo. Todos van a\Co"f^e ™ti_
icano a ungirse m^ndata. ^ teg^
ios del pueblo y las Cámara. ·
restado a ello. ]>ara después hacerle
i míis enconi.Ua oposición sobre t -
0< si' el Idolo de ayer se encuentra
acilante.
Iturbide. ídolo del pueble- "lex^o
η 1821 por haber hecho la l™lcp*
encia. fué declarado emperador ρ
x multitud capitaneada por el_S.ir
onto P'o Marcha y el coronel Epiw
io Sánchez el 18 de m*>o e
.a ciudad de México al eon en
usiasmo la idea de elevar α UurM
lc al trono y poco después de q
•lo Marcha y Epitacio Sánchez ·
lían proclamado a Iturbide. la ea»-«l
ntera se iluminó y las cnmoanJ* fue
on Echadas A vuelo. En la madn -
-da del 19 se reunió el Conpreso. .
¿íendo 94 diputada y en medio de
n desbordante entusiasmo Promul^
. decreto por el cus'l se declaraba em-
lerador a Iturbide.
Debe tenerse en cuenta que el pa.s
•ntonce era monarquista pucsto que
íabla vivido tres siglos bajo el regí
„ mon.'.rquico y sin tenor «Inr ad
le ele-ir a sus mandatarios ni siquie-
Ϊ de reunirse en juntas locales para
t£r "s cuestiones que afectaban a
pequeñas localidades. lturbl !
rib'a hecho la independencia i era.
>or consiguiente el mdicado para^-
T? yl qSe° Ε«μ&* desecho vorpe-
!' í Plan de Iguala y los tratados ι
rTórfova Por los cuales se llamaba
oSiiwr el'trono do México a un pnn-
lil de a casa reinante de España.
íStir as Una naciere. PC
•o unida con la madre España. \
turb.de fué.
o^jefeíTueTo^'an acompañado
J mnaftn de siete meses que cul-
"fuTaclamnron como
ie Guarrero.
SO.M Anna traiciono a IwrWfc >
ronun.IO contra a. i>roclam..n<lo el
•Jan de Casa Mata. i.-ja
De«de ese plan hasta el de A«J
■rica cuanta sangre y cuantas des-
gracias para la patnu. ^
J.as ley* r! gobierno >1 los mag\*
ration no debm ejercer en el cier-
to c»hro de la sociedad sino el
iiismo poder one la razón debe c-
rrer sobre eada hombre. Mi ra· (
(n »>r ha si<lo dada para dirigir*
'n¡ular ij templar mis pasiones
tdrerlirme sus errores ¡j evitarlos.
'Ir aquí cuál es también el deber
leí gobierno.
M. D'A7¿EGl TO
Es el deber de toda buena madre observar
y cuidar la salud de sus hijos diariamente
En la niñez se vigoriza la salud que dura
durante la ancianidad.
LAS madres españolas e his-
pano-americanas que crian
y educan a sus hijos tan
cuidadosa y amorosamente· y
se desviven por fortalecerlos
y hacerlos saludables deben
darse cuenta exacta de lo in-
dispensable que es qas todo
niño evacúe con regularidad
cada mañana.
El pequeño cuerpecito del ni-
ño se desarrollará y fortalecerá
siempre que los intestinos es-
tén limpios y sanos. La ma-
dre observadora y cuidadosa
verá que el niño evacúe con
la regularidad de un reloj dia-
riamente.
Sin embargo sucede a ve-
ces que la naturaleza no pue-
de funcionar debidamente sin
ayuda alguna. Cuando es-
to acaece sin pérdida de
tiempo hay que tomar el Ja-
rabe de Pepsina del D. Cald-
well conocida receta que con-
tiene simples hierbas laxati-
vas y pepsina· ¡Con cuánta sa-
tisfacción y alegría palpitará
su corazón al ver que el pe-
queñueio muy pronto se sien-
te del todo bien otra vez de-
sapareciendo casi inmediata-
mente la bilis· el dolor de ca-
beza y toda desagradable y
molesta sensación de langui-
dez.
Lo que merece su especial
atención es que el Jarabe de
Pepsina del Dr. Caldwell o-
bra benignamente sin causar
dolores de estómago y a todo
niño le gjsta porque tiene un
sabor bueno y agradable Pue-
de dárselo con toda confian-
za a los pcqueñuelos y chiqui-
tines puesto que no contiene
narcótico alguno. Durante
más de 40 años millares de
familias han tomado el Jara-
be de Pepsina del Ur. Cald-
well es decir cada miembro
de la familia desdi el nene
hasta los abuelos y ha benefi-
ciado su salud notablemente.
En cualquier farmacia pue-
de comprarse un frasco. En
toda familia numerosa siem-
pre hay alguien que se sen-
tiría mejor al tomar una dosis
de una medicina de Pepsina
del Dr Caldwell.
No obstante que el Jarabe
de Pepsina del Dr. Caldwell es
el purgante líquido que más
se vende en el mundo· pues se
BCipaciiaQ mas ae
β millones de fras-
cos anualmente
muchas personas
que debieran ali-
viarse y curarse
tomándolo aún no
lo han usado. Si
Ud. no loha pro"
hado todavía di-
ríjase a ésta su
casa: Dr. W B.
Caldwell 479 Was
hington Street
Monticello Illinois
U. S. Α. facilitán-
donos su nombre
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1018 Hidalgo St· Laredo Texas.
:z£KM3u*íiBi3mun waasm wiugt
Ya que Estamos en los Estados Unidos
Imitemos las cualidades que aquí tienen
Usted habrá visto que todos los Americanos tienen cuenta en algún
Banco'y que el día de paga siempre van al Banco a depositar sus aho-
rros. ¿Hace Ud.· lo mismo? Muchos Mexicanos no tienen esta buena
costumbre de ahorrar lo que ganan y nosotros pensamos que tal Vez es-
to será por la dificultad para entender y darse a entender en Inglés
pero con nosotros Ud. no tendrá ninguna dificultad porque somos tan Me-
xicanos como usted y por lo tanto entenderemos sus cartas aunque sean
escritas con mala letra.
Empiece usted a ahorrar desde luego no lo deje para mañana. Es-
críbanos le contestaremos a vuelta de correo. Tenga su dinero en un
Banco. Tenemos Departamento especial para recibir los Depósitos de los
Mexicanos.
Banco Mercantil Mexicano
(Unincorporated.)
216^2 W. Commerce St SAN ANTONIO TEXAS.
Vendemos giros sobre México garantizados. Tenemos mas de 400 corres-
ponsales directos. Escríbanos.
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Lozano, Ignacio E. La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 7, No. 2,126, Ed. 1 Tuesday, February 1, 1921, newspaper, February 1, 1921; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1069690/m1/3/?q=%22%22~1: accessed July 4, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu.; .