La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 10, No. 288, Ed. 1 Thursday, November 30, 1922 Page: 3 of 8
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LA PRENSA
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DIARIO POPULAR INDEPENDIENTE
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SR. IGNACIO E. LOZANO.
12· N. SANTA ROSA AVE. — SAN ANTONIO. TEXAS.
) Loa auicriptorcs al cambiar d· i
reeidencir. deben darnos tanto la !
cueva como In anticua dirección j
1 fin de anotar propiamente!
• el cambio en nt>estro« libros. j
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II!
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York. Los precios de la suscripción son en dinero ame·
ricano o su equivalencia en moneda del país de donde
se solicite el periódico.
LA DESTRUCCION DE LA RIPUEZA
:)·*■(:
Por el Lic. Nemesio GARCIA NARAXJO.
í.t lerrocarru que une ias ciuu it-
lies de San Luis Potosí y Tampi-
co dejó de correr la semana pa-
sada. y aunque parezca extraño no
se debió la interrupción «leí tráfico
a incendio de puentes arrancadura
»le rieles o cualquier otro acto des-
tructor de esos que lia puesto en
boga la Revolución. Los trenes de- j
jaron de moverse lisa y 11 ana men-
te porque los ferrocarrileros no
recibieron los salarios correspon-
dientes a su labor.
"¡Falta dinero! Por eso quiebran
los bancos y comienzan a entorpe-
cerse las comunicaciones. El Go-
bierno no puede recaudar lo que
necesita para atender a sus gastos.
El país está arruinado y por más
que se le exprima no dará lo su-
ficiente para sostener a la actual
administración. La crisis 110 es
política sino aconómica: Mexico
se está inmovilizando por falta de
vitalidad.
¿Y quién ha destruido la rique-
za del pais'·' Lo- revolucionarios.
¿Cuáles revolucionarios? Todos;
pero en justicia durante los últi-
mos treinta meses quienes han
contribuido con mayor eficacia cu
la ruina de México son los revo-
lucionarios incrustados en el .co-
bierno. Los otros revolucionarios
—es decir los de la oposición—
no han tenido oportunidad de re-
petir sus devastaciones de antaño.
Allí andan Larraga Rubio Mal-
donado y otros eobecillas sin po-
der hacer natía. Murguía anduvo
siempre a la cuarta presunta: Ta-
rrasco pereció por inanición. Nin-
guno de estos descontentos lo dió
a la riqueza pública un zarpado
digno de tomarse en cuenta. Xi
volaron trenes ni quemaron carros
de mercancías ni estuvieron en ac-
titud de imponer préstamos forzo-
so*. T.as últimas revueltas han
sido tan raquíticas que nr» han
tenido aliento ni supliera para des-
truir.
Λ precisamente ]ior esta debili-
dad ha sido fácil acabar con ellas
sin qne el Gobierno baya tenido
que afrontar gastos extraordina-
rio®. La persecución de Murguia
so hizo con columnas pequeñas y
por ío mismo apenas si aumentó
los egresos normales del Ejérci-
to. en la cantidad de cien mil pe-
sos. La recaptura de Ciudad Juá-
rez se obtuvo sin gasto especial
extraordinario. El asesinato de
Lucio Blanco resultó relativamen-
te barato pues no costó al obrego-
idsmo arriba de cincuenta mil ile-
sos. La derrota y muerte de Ca-
rrasco. por más caras que se las
quiera suponer no pudieron nunca
ocasionar la bancarrota de la na-
tion. · · · ·*·*
2Co las últimas llamaradas de la
guerra civil no han destruido gran
cosa ni para apagarlas.se lia gas-
tado esfuerzo de consideración.
Entonces ¿en qué se ha gastado la
riqueza nacional? ¿Cómo se ha ex-
prinddo el dinero del país? ¿Cuál
es la causa determinante de la
crisis? i: !■··!'"} ·
Sirvan las ultimas quiebras ban-
cadas y la anemia comercial que
invade a la nación para que las
gentes aprendan que no solamente
se destruye quemando carros y
arrancando los rieles de los dur-
mientes: también se hace pedazos
la industria protegiendo abusos y
autorizando fraudes. Más grave que
la ruina material es la relajación
»-
— 1
i!iur«u. t ii |iuvmu uvoiah*i»v vV.. — ¡
nazaita se puede volver a edificar
en unas cuantas horas. En cambio
un sistema corrompido 110 puede
volver a la austeridad sino después
de muchos años de vergüenza y de |
dolor.
Y eso es h» que ha pasado en Mé-
xico: el Gobierno presidió incons-
cientemente la obra destructora de
la riqueza nacional. Cuando des-
pués de diez años de lucha io in-
dicado era favorecer la cicatriza-
ción de las heridas el obregonis-
H10 le declaró guerra a la Agricul-
tura ν a la Industria. Sobre la
propiedad agrícola cayeron los
agraristas \ sobre los dueños de fá-
bricas y talleres se precipitaron los
huelguistas sindicalizados. El de-
sastre tenia que llegar: la produc-
ción nacional tenía que disminuir.
En los ferrocarriles se siguieron
las huellas dejadas por Pescador y
por Fon tes. En lugar tie equili-
brar el negocio reduciendo sala-
rios y suprimiendo inmoralidades
se establecieron tarifas absurdas
que estrujaban al comercio del
país. V vino lo que tenía (pie ve-
nir: el comercio se fué debilitan-
do hasta el grado de inmovilizar-
se. Ya pasó el tiempo en que las
plazas fronterizas tenían miles de
carros de mercancías paralizados
por falta de máquinas. Se acabó
la fiebre de comprar. l>e nada sir-
ve que dupliquen y tripliquen Jas
tarifas puesto que los comercian-
tes limitan sus existencias a las
necesidades ingentes.
Y allí está el resultado inexo-
rable: el país empobrecido el co-
nicreio reducido a proporciones
exiguas las fabricas cada vez me-
nos productivas los trenes vacíos
los bancos quebrados todo hecho
añicos. >."¡ el agrarisuio salvaje
de Emiliano Zapata fué tan "ca-
lamitoso como el agrarismo de es-
tos últimos tiempos. Xi la dinami- j
ta de Eulalio Gutiérrez fué tan
demoledora de la riqueza pública
como los ataques a la propiedad
privada decretados por el régimen
imperarte.
■*».—» I- .
diem conservadores fingen creer
que los destructores del capital
sou los que andan alzados en ar-
mas. ¡Qué «rusto de asustarse con
un coco que 110 existe! La revolu-
ción de los Larraga y Rubio ape-
nas si clava sus tentáculos en al-
deas sin importancia. Eu cambio
la revolución de los Obregón y
(.'alies ha aniquilado a la Nación.
¡ Los cabecillas 110 pueden hacer
I nada: el Gobierno lo lia hecho to-
I do.
Tero el mismo Gobierno ha co-
mentado a levantar la cosecha de
tanto desatino. ¡Xo liav dinero!
por eso no pagó Lacaud a sus de-
positantes; por esto no han paga-
do estos a sus acreedores: j>or
eso se han susj>endido miles de
operaciones: ]>or eso han dismi-
nuido los ingresos fiscales; por
eso el Gobierno siente ya en su
cabeza ef reflejo dolorido de la
pobreza genera*.
Y no podrá atender sus compro-
misos. La falta de dinero origina
la falla de pagos y esta se traduce
en suspensión de servicios. Ayer
pasó con un ferrocarril mañana
pasará con la burocracia y algún
día puede pasar con el ejército.
Los soldados por falta de haberes
dejar;':u de sostener la Adminis-
tración.
■-»
- — ru"-1 ■ " •«""""■■j
ί:
\rnVfc<M~irV~>i ~l ' ΠΓΊΓ·- ~ ·
ES DEPUESTO EL LIC. CEBALLOS
:)*{:
30 DE NOVIEMBRE DE 1S53.—an
este dia el Minisürt> de Justicia «nviO
una. nota al licenciado don Juan
Bautista Caballee daepoj&ndolo de
su cargo d* Presidiente de !a Suprema
Corta de Justicia.
» La causa de habar sido depuesto
artitrarianMnia ie su cargo «1 licen-
ciado CebaSce íue el haberse reLu-
sado a aceitar el nombramiento de
caballote de la orden de Guadalupe.
Que !s habie otorgado Santa-Ama
hecho de <jue hemos hablado sn ante-
rieres efemérides.
La neta dal Ministro de Justicia
«taba concebida en los siguientes
Wrmince:
""Con esta fecha digo al se<ñor Mi-
nistro en turno de la Suprema Cbrte
de Justicia lo que sigue:
"Habiendo manifestado el señor
Hagistrado doo Juan B. Ceba3<* ·—
ia comunicación <se¿ ^4 <íe! corriente
dirigida al Ministro de Relaciones no
estar conformes sus conviectbnee con
las medidas dictadas por el Supremo
Gobierno para excitar en lo.* ¿rimes
de los mexicanos los sentimiectos de
honor que per desgracia han sido so-
focados. merced a teorías anárquicas
y disolvente»; y 110 conviniendo de
ninguna manera que se empleen ea
ningún ramo persona» que profesan
principios opuestos a &s que ha a-
doptado ei mismo Supremo Gobierno
para restablecer el orden social y
reorganizar la Administración públi-
ca. el Excmo se^or Presidenta en
uso de las amplias facultades con que
está investido y de conformidad con
lo prevenido en la circular de 22 da
agosto para que el empleado que rs-
(Pasa a 1* 5a. P&S-)
í POLITICA MENUDA í
' χ _
CONTRASTES
Más que regular revuelo se' ha le-
vantado en México con motivo de
la muere de Ricardo Flores Magón.
un profesionista de !a agitación que
había hecho ^·ιπ "modas vi vend i" de
1:ls contribuciones de un bu·;η núme-
ro de Cándidos que creian en las pro
meisu-s de es-te 'terrible reformador
que no era. >or lo d>más. ni mejor
ni peor que l->s reformadores actua-
ls. pero con menos suerte que ello=.
pues en vez de llegar a las excelsi-
tudes del poder murió en xn presidio.
Le·! antiguo* compañero? d-el se-
ñor Plores Macón. Soto y Gama y
otros que tal bailan le han dad"· ya
e! consiguiente sablazo a la Teso-
rería de la Nación para l!?var a M£-
x'eo los res-'os del camara/'-a. que mu-
cha falta están haciendo en nuestro
pafs. I-a gloria de Fio es Magón. que
mo iva el homenaje póstumo. conis-
te en hab?r sido el precursor de Ma-
dero y Carranza los dos apóstoles
que hicieron .oí "infiernito*" con la
prosperidad del país. Y a cuenta de
esa srlcria ran a gastar el dinero que
e! sobierno no tiene para no que-
dar mal con ¡a memoria d:I demole-
dor ilustre
Mientras tanto 1<M re-tos iel C.e-
neral D-'ax descansan en tierra extra-
ña. sañudamente olvidada: y si hay
quien se acuerde de ellos es para
llenarlos d» iodo como lo ev:A ha-
ciendo ese anciano protervo profa-
nador de memorias venaran las. que
se llama D. Francisco Bulnes.
No hay que preguntar ;>or qi.i* le
va a México tan mal corro le estri
yendo: un país donde se denigra .1
los héroes y <'e ensalsa a los iest'uc-
tores. Tiene que sufrir las consecuen-
cias d?l grave mal de la incratilud
el mayor de todos los recados.
EL CAMINO DE DAMASCO
Acal»* de ocurrir un hecho Insó-
lito en México relacionado con un
sucoso comün y corriente. K1 jiucpso
es es* e: que hace pocos <Uas un co-
ronelazo de los -que j-p dan en nuw·
tra tierra con más abundancia que
e! maíz abofeteo a un gersínrme del
tráfico que le marcaba el alto: y. lo
raro del caso e-· que enterado del
incidente el Presidente de la íiepúbli-
ca qu© si nía! no recordamos es el
mismo señor qu« fusiló ¡gendarmes ai
entrar a la ciudad de Méxko —man-
do proe-z-sar al hijo de Marte y le d:ó
la correspondiente publicidad al en?- j
tigo para edificación de militarones
brutales y ensoberbecidos.
De aquí a treinta años— si el mal
dura tanto y México los aguanta—
no faltará qui^n. al recordar inciden-
tes como el que acabamos de rela-
tar s?> refiera al señor Obregón 'lla-
mándolo Viejo Dictador y poniéndolo
por las nubes como pacificador edu-
cador y restaurador.
Y ]»3 gendarmes flusilados en el
cuartel San Pedro y San Pablo ha-
ce ocho años por el gran pacificador
se reirán en sus tumbas de las iro-
nías y de las injusticias de ene co-
chino mundo
PLEITO DESVENTAJOSO
I
Nuestros colegas de la ciudad de
México "Excelsior" y '·Ε1 Universal"
han entrado en disputa en estos úl-
timos dhs; o mejor dicho el 'Gran
(Diario de México" dolido por sus
fracasos periodísticos la ha empren-
dido a insultos y destemplanzas con-
tra el Diario del señor Alducin que
a íwrza de seriedad y talento y con
la dirección política del notable pe-
riodista. D. José Elguero se va eon-
quiftaado la opinión rápida y segu-
ramente.
El pleito es muy desventajoso si
•e tí mast ti en c.;enta los prccíú:-
mientoa y sistemas periodísticos en
boga en México. Entre gente zafia
el que dice más desvergüenzas es el
que gana; y tal anda la moralidad
y la decencia y en tales manos están
los '"órganos" ae la opinión" en nues-
tro país que cuando un hombre in-
teligente quiere luchar en el terreno
de la disoasión honrada hacer polí-
tica patriGrica u obrar bien en cual-
quier otro sentido le sale al paso la
jauría intelectual reinante y el hom-
bre tiene que taparse los oídos y
echar a correr por falta do conoci-
mientos leperocráticos y de «términos
soeces para íesponáer a sus contrin-
cantes·
VERIDICO
Durante la sequía reciente que
tantas desazonas causó a nuestros
q¡ueridos compatriotas de la ciudad
"do los Palacios ocurrió «ste hecho
que 'tal como nos lo contaron lo con-
tamos. Pasaba por las calles de San-
to Domingo uia mujer del pueblo
llevando una \asija de agua oronda
y ancha tal como -esas "'chinas" de
rebozo y zagalejo que en Has ranche-
rías van al aguaje cual otras Sa-
mar! tanas. auuooe rústicas y malo-
lieirtes. Un caballero que venia por
la acera al proximarse la aguadora
bajóse de la banqueta se quitó el
sombrero con la cortesía de un lijo
dalgo y dijo a la Interfecta:
—A. loa pies de usted señora....
Otro individuo que acompañaba al
galante caballero se quedó como
quien vé visiones y sin poierge con-
tener le preguntó:
—¿Pues quién -es?
—¿Pues quién ha de ser; —repuso
el otro—no »é su nombre pero debe
ser toda una ••persona" íno ves que
lleva agua cosa que en mi casa no
hemos podido adquirir?
ι
ZETA-
\
COSAS~QCfENCtNCA~ SUCEDEN
' —WW wwwwñaxwwwwwow ixyxwMwi».». w ■ Μ» -^wvw^ f m «dWWWWWMIHII
—Estos días de fiesta me ponen
de mal humor. Yo prefiero trabajar ^
todo el af»u
Comentarios del Público
La desunión: he allí el enemigo
:}*(:
Cualquiera que haya obse-vado el
desacrollo de cienos acoríje-timientos
en ¡a Colonia Mexicana residente en
esta ciudad. habtá podidu notar con
tristeza por cierto uno que forzosa -
mwi.e llama ¿a atención p>>r el in-
terés económico y ¿ociail que contie-
ne.
Quiero referirme a la precaria si-
tuación porque a i aviase.η los co-
merciantes de abarrotes al menudeo
entre los entiles pjede deoir-e. ocu-
pa el primer lugar el elementos me-
xicano. Es.; situación del comercian-
te mexicano «e hace cada d'a más
insostenible al grado de que muchos
de ellos se han visto obligados a ce-
rrar sus establecimientos sufriendo
con esto serios per juicios en sus
intereses.
Cabe preguntar: ¿cuál e-s la ver-
dadera ca^sa de esos trastornos que
hondamente afectan c! bienestar de
muchos mexicanos? A mi juicio no es
otra que la desunión en que ete'na-
mente vivimos los mexicanos l>ebido
a esa falta <¡e solidaridad vemos
con cuan'.a apatía rayana en despre-
cio itrata el consumidor mexicano al
comerciante Ue su misma raza pre-
textando aquoi para no proteger a su
paisano que éste vende la.s mercan-
cías a j>.«cios imuy subidos y dán-
dole la preferencia al comerciante
chino que bate el record de la bara-
tura.
No se puede negar nue el chino ge
neralme tvt-e ve it i-e más batato que
el mexicano aunque las más de las
veces se exagera mucho esa bar altu-
ra. El sistema del come-vitme chi-
no consiste en elegir uno o dos ar-
tículos de primera necesidad y ven-
derlos al precio de .costo o perdiendo
algo en los mismos; pero eso no es
más que el sebo con que atrae al
marchante para venderte \i¿3 demás
mercancías a >u justo precio- Si a es-
to se asrega que el chino como pue-
den testificarlo los mismos consumi-
dores no es muy escru-puicso en la
pe-a resulta que la rtan cacareada
baraiJura es ficticia. Pero suponien-
do que el comerciante chino sea más
barato que el mexicano no veo yo
una razón suficiente para patrocinar
tan «decididamente al primero y des-
viarse por completo del segundo. S*
ve claro que cuando <0 enino se es-
tablece con un comercio en regidar
o grande escala es porque de ante-
mano cuenta con elementos y sobre
todo con el muy p.ineipal de la ayu-
da ν prot.rcción de loa de su raza
pudi'endo por lo tanto hacer compras
más ventajosas que el pobre mexi-
cano que se establece con un prin-
cipal de $100.00 o $200.00 sin ayuda
ninguna sin protección ninguna por
oue el consumidor mexicano en lu-
gar de hacerle comercio -le vuelve las
empalias para ir a aumentar .os cau-
dales del que no es de su raza.Cuán
to mejor serla ayudar el mexicano
para quo al mejorar su comercio
pueda vender en mejores condenes
quizás que e*l mismo chino. El ahorro
que se quiere bacer protegiendo al
chino es insignificante y las más de
las veces resulta como he d^clio an-
tes ccumpietamente ficticio.
Sin embargo y considerando que
no -siempre se puede conseguir el fm.
que uno se propone empleando un
determinado mello no creo por de-
τηfia excitar u k>s comerciantes en
pequeño a (*ue se unan para pod*.·
contrarrestar la íorníldable competen
cía del comerciar.tie chino. La unión
ν solo la unión podrá mejorar la si-
tuación del eoiaereiartte mexicano.
(Formándose un Gremio o Asocia-
ción de ConwcciaEttes podrán obte-
nerse mercancías a mejores precios
y asi hacer trente a 'la situación
cii'm lamentable orusüda por los com
pet ido res
Con la mejor intención he cxpu£3 ·
te la* ideas anteriores; atiora
•J.áii a la consideración i'«¡ lo.< c¡ue
piensc-n mejo.· «¡ue yo para que les
den cuerpo convirtiéndolas en reali-
dad. I'ucden ¡es comerciantes en pe-
queño pornerse de acuerdo y cele-
brar i-onfercncias preliminares a fin
de dlscu'ñr lo Ciue deben hace·.· par.i
uniise por bien propio y si para filo
fuere necesario la. ayuda de nuestro
gran periódico LA PRENSA creo
(|uo nu se les nejará.
San Antonio. Tex. noviembre 12 -de
3922.
Rafael ZAMUDIO.
En es:a s;cciún publicamos tmios
aquellos artígalos de interés gene-
ral
Nuestro propósito es el de ser-
vir ampliamente al público y lo
invitamos ^ <iue exponga sus ideas
sobre cualquier a»si¡nto que pue-
dan ser de interés para los lee "ο-
ι
res. ·
)oi
PENSAMIENTOS
Para los fuertes la audacia es
espada valor y escudo.
Alfieri.
En "los grandes pe'igros se preci-
sa gran yator.
Metastasis.
Xada hay inexplicable para quien
sabe tecter audacia: ninguna defen-
sa es bastante contra les animosos.
Stobco.
Quien todo sabe sufrirlo puede
atre\erse a tbdo.
Vauvenaroues.
I""
LA SENTENCIA. A LOS POSTERO!
-:)*(:
Por el Lic. V. SALADO ALVAREZ.
Las Memorias del señor Gene-
ral Díaz siguen dando liilo que
retorcer a nuestros escritores y
políticos. El señor Bulncs se lia
dedicado a rectificarías y muchas
personas de talento y buena vo-
luntad se aplican ahora a recti-
ficar las rectificaciones del señor
Bulncs. Yo no he leído todo lo
que sobre el asunto lleva publi-
cado don Francisco a pesar de
que gusto mucho de su divertida
prosa. Entra en tales minucias
adelgaza compone y supone tan-
to que sus reparos no son preci-
samente la obra que citaba yo el
otro día. "la historia de lo qu<J
pudo ser" sino la historia de lo
que no sucedió.
El General Díaz lo mismo que
todos los autores de relatos per-
sonales puede rechazar los cargos
con la frase del Padre Mariana:
intento no fue hacer histo-
rias. sino poner en orden ν estilo
los materiales de. la fábrica que
pensaba levantar". En cambio
sus censores están obligados a
cumplir la sabía regla del gran
jesuíta: "La historia no corre
partida si no le muestran qui-
tanza". Es decir el General Díaz
puede presentar los hechos de su
vida como él los veía o como él
quiso que se vieran porque la con-
fesión es individua como dicen los
juristas: en cambio sus impugna-
dores tienen el dober estricto si
quieren cogerlo en delito de men-
tira o de exageración de decirle:
"aquí faltaste a la verdad" este
detalle es falso: "pecaste en cuan
to a nombres ν fechas*' de presen-
tarle documentos es decir quila»·
zas que invaliden lo que asentó
el escritor. Ahora se hila muy
delgado en eso de historia ν el
que quiera ser historiador no pue-
de proceder por inducciones ni
cazando gazapos isi tratando de
hallar contradicciones de textos.
Contra una aserción se presenta
un documento cierto contra una
fecha mal puesta se alega la prue-
ba de otro documento: lo demás
será escarceo divertido sátira in-
«eniosa. muestra de mala volun-
tad. pero no historia.
l.asarse en que un asísteme ui-
υπ general dijo que estaba vendi-
do tal o cual fortín de Puebla en
que se afirmaba publicamente es-
to o lo otro es no decir nada. Se
puede aborrecer al General Díaz
se puede reprobar tal o cual deta-
lle de su obra do gobernante; pe-
ro 110 se puede disimular que des- 1
de su fuga de Puebla hasta su 1
entrada a Méjico encarnó conío 1
ninguno el espíritu de la patria. Ϊ
El mérito de la jornada del dos
de Jibril no es solamente liaber <
tomado la plaza que le resistía i
sino haber tenido el golpe de vista
rápido la intuición pronta y la
resolución fulmínea que se necesi-
taban para batir dos enemigos
cada uno en su oportunidad y lie·
7
lar al fin ambicionado. Lo fa-
voreció quizás el no ser soldado -
:le profesión sino ciudadano que
sentía los dolores y las angustia· :
le la patria y por eso se encon-
tró. quizás sin saberlo en el es-
tado de gracia de la victoria.
Por lo que toca a los defensores ij
ltd finado Presidente Lay que í
•onvenir en que pecan por trop de
rr/r. Querer que 110 se toque a .
1111 ídolo y que se le contemple
•entre símbolos velado'' sin que
se hable de él m6s que para re· '
vcrewiarlo es inmenso error.
.Precisamente en eso consiste la
inmortalidad: en estar omnipre-
sente. en prolongar la \ida a tra-
vés del tiempo en devorar el famo-
so su ¡jo vivo en el seno de la eter-
nidad. El día que yo muera ínl
'amilia sentirá vivo dolor dejaré
•orno quizás diga algún amigo plu
alífero una gran herencia de afec-
tos. pero nadie se volverá a acor-
lar de mi persona. En cambio al
freneral Díaz se le discutirá y se
le admirará y se le deturpará y
<e le ensalzará mientras haya Mé-
jico.
Λ a pasó en nutoridad de cosa
juzgada su reputación y ni Bul-
lies ni cien mil Bulnes pueden pre-
valecer contra ella. Los libros
1 nevos de historia ya le hacen jus- '
ticia los sociólogos lo ponen co-
mo ejemplo sus enemigos al to-
rn arlo en boca constantemente ha-
:en su apoteosis mejor que la ha-
rían los libros que escriben sus a-
niigos más doctos y sobre todo
nllí está su obra que ha sabido re-
sistir al tiempo y a la barbarie.
Debido a él serán famosos sus
enemigos que han vuelto lanzas
las cañas de ayer: merced a él
íxiste esa misma riqueza que se
está destruyendo; gracias a él
?xiste esa misma clase obrera en
la cual se apoya el régimen pré-
senlo. pues si su η mor por el
pueblo no hubiera hecho de Jíé- 1
jico un país en que prosperara la
irán industria no existiría sino .■
la plebe famélica de los tiempos
le Periquillo y la seguridad de la
•ñora de los Plateados—que aca- .
baivn por desaparecer porque Mé-
lico está destinado a ser lo que él
lejó y a avanzar por ese caiai
« No so escriben ν se han escrito
iiilíones de apoteosis y censuras
le Napoleón? Napoleón guerrero
Napoleón estadista Napoleón pre-
tendiente Napoleón edilicio salen
i luz todos los días; y Napoleón
mira pasar todo sin conmoverse.
Fía soportado lo mismo el "De
Buonaparte et les Bourbons" de
Chateaubriand que las diatribas
le los ingleses que lo satirizaron
>n los días de su grandeza los ar-
lientos panegíricos de Thiers que
a crítica despiadada de Taine¿ las
nvestigaciones comineras de Fe-
lerico 3Iasson que la labor de los
écnicos más eminentes así llamá·
♦anse .Tominv que Brossart von
Sohellerndorf Foch que Bonal.
La diferencia entre el General
Díaz y los qae lo han sucedido es-
á en que las ''Memorias'' que se
lubliean impensadamente y en pie
ía época d-J desorganización con-
jiueven hondamente al país. Se
publican los " Ocho mil Kilóme-
:ros en Campaña" ν nadie hace
•aso de ellos ni siquiera para ala- -
jarlos; se publican las "Memo- tes
•ias" de Madero y sólo un escrl-
orzuelo que yo conozco las men-
•iona para llamarlas "Las Meiao-
•ias de un Insignificante".
iDejemos pues pasar esa crítí- '
ra que demuestra precisamente lo "
•ontrario de lo que pretenden los^jf!
jue la hacen esto es que la obra ·:
lorfiriana es colosal y que a pe- i;.
:ar de los libros que escriban y de ■:
os discursos que pronuncien ora· ;jj
lores de Tribuna ilbnumental
jue antaño hicieron su apología^'
r ahora se ensañan en sus huesos '
(no pertenece a este número el
;eñor Bulnes) el General Diaz '
¡eguirá diciéndoles el eterno:
taos majagranzas que a donde
[uiera que yo esté será la cabece-
•a". Y esperemos confiados en el
uicio de la historia que al fin
•d justicia y dará a cada uno lo
iuyo.
San Francisco Cal. a 2á de
iembre de 1922
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La mas completa colección· de discursos y
poesías. Contiene modelos ele discursos para
fiestas patrióticas y actos solemnes de Socieda-
des como instalaciones aniversarios de funda-
ción ingreso de socios toma de posesión fune-
rales etc. etc. Contiene además documentos
históricos importantes biografías de los hé-
roes y personajes mas prominentes de la his-
toria nacional así como retratos de los mis-
mos.
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ta útil obra que tanta demanda ha tfenido en-
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Lozano, Ignacio E. La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 10, No. 288, Ed. 1 Thursday, November 30, 1922, newspaper, November 30, 1922; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1069974/m1/3/: accessed June 25, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu.; .