El Regidor. (San Antonio, Tex.), Vol. 9, No. 364, Ed. 1 Thursday, June 4, 1896 Page: 2 of 4
four pages : ill. ; page 24 x 17 in. Digitized from 35 mm. microfilm.View a full description of this newspaper.
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Matamoros 406.
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Uoo so polillo* todo lo. Jueves,
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i— PRBCIO DE SUSCRICION:
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ersooos «00 m eseribon pidiendo que
i cambie te dlreoclon del periódico, nos be
te Indicarnos donde lo o tabeo reci-
1y el nombre de te estafeta a donde
dirija-
Les personas que no reolbMi el periódico con
I ilrnue dar aviso a esta ottclna; de
i eootrario.no somos responsable por faltaa.
Para todo aeuoto concerniente a eete perió-
dlrtjanae a Pablo onx, calle de Matamo-
Dr. Pedro Batista
Ondeado en el Colegio de San Carlos, MudrUl
en el aAo te 1874; trato con especialidad las en
siguientes:
Tisis, cáncer, eccema crónico, materia ln vete-
escrófula jr úlceras crónicas.
un método curativo contra te embrla
(oes, jr en el hábito del tabaoo en 14 dios
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Loo qoe desafortunadamente
oo tejen de consultarle antee que
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Ocurrid al Clipper Salón, y con
solo pedir una copa del sabroso
licor que vende Agustín Robin,
ocurrirán á millares las Ideas á
vuestro cerebro, y los espíritus
de este licor os harán ver todo
un paraíso de Milton.
Si el que lee es un viejo y sus
achaques lo alejan del amor, no
hay más que probar ese mezcal
tan celebrado, y la salud la ju-
ventud y la fuerza harán de él
un hombre nuevo.
Sello Deutscfunan
abobado.
Ejerce en todas las Cortes y
ofrece sus servicios al público.
Ouorto 12 French Bulldlng.
san antonio texas.
¿QtTIKN SABE DE ELLOS?
Deseamos saber el actual paradero de las per-
sonas siguientes que ni siquiera se despidieron
de nosotros al retirarse de los pueblos donde re-
cibían "El Regidor":
Calixto González, Roberto Charles. Bonifacio
Butlerrez, Isidro Davlla,Tomas Vargas, Rafael
Vasquee, Pablo Villanal, E. M. Salinas, y E.
Gon soles.
Aviao.
El inteligente y conocido relojero
Sr. J. A. Cantú, ha cnmbiado su es-
t&bleoimiwnto a la Calle del Comer-
cio £To. 718, lo que pone en conoci-
miento de su* numerosos marchan-
tes y del público en general.
CURACION POSITIVA DEL
REUMATISMO
La Gotá, Sclática, Neuralgia, Entumecimiento,
y desórdenes de 1a sangre debidos •excesoa.cir-
culaclon dlttcultuosa ó a inactividad en el hí-
gado por el uso de
El anillo electro-magnético-
Rémedio pronto y seguro que ha curado d mi'/c
y que LE CURARA A USTED.
Estos anillos curan los casos mas neveros en
corto tiempo é impiden que vuelva el reumatis-
mo ó enfermedades de esa especie. El anillo es
nn remedio tan simple como científico y está
permanentemente cargado de electro-magnetis-
mo- Se fabrican de todos tamaOoe, de mu tal
y enchapedos en oro.
Loe enchapados en oro valen 14.00
Los de metal IS.00
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PESOS MEXICANOS
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Ultlma Edlolón del
Diccionario "Eicelslor
Ingles-español y
Español-ingles.
roo n loo.
■alienar k
I comercio creciente t
muí' i i
r (.¿'vi*-.
EL DESERTOR.
La tormenta habia cesado.
Allá hácia el Oeste, veíanse aún
agitándose nimbus que corrían
en tropel, como escuadrón de ne-
gros fantasmas impelidos por el
viento de la noche.
La luna, antes velada, ilumi-
naba la espléndida llanura con
una vaga claridad, haciendo re-
saltar sobre el fondo semi-oscuro
de la selva vecina las blancas y
húmedas tiendas del silencioso
campamento.
La lluvia había apagado las úl-
timas fogatas y poco antes, el to-
que de reglamento ordenaba "si-
lencio,'' solo interrumpido, á, in-
tervalos, por el "¡alerta!" de los
centinelas y los ecos lejanos de
la tempestad.
r^ryrrr
del Shara admiran con
burlados quizá, por engafioso es-
pejismo. #
raí al Justo.
...••se
Recatándose entre- las sombras
de los pequeños matorrales avan-
zan dos jóvenes soldados con áni-
mo, sin duda, de abandonar
o s puestos de exploración
é internarse cuanto ántes en la
selva.
Callan, pero en susrostros pá-
lidos y macilentos pueden notarse
cuanto han sufrido en la ruda y
larga campana que nuestras tro-
pas sostienen contra los salvajes
de la frontera del Norte.
Apenas si tienen fuerza para
empuñar el arma que oprimen
con ansia febril queriendo.quizá,
vender cara su vida si persegui-
dores ó enemigos obstruyesen su
camino.
Declinaba la tarde.
Algunos finos stratus espar-
cidos en el firmamento teníanse
de color violeta anunciando una
magnífica puesta de) sol.
Un joven militar deteníase al
llegar á las primeras casas del
pueblo. ,
Sudoroso, jadeante, apenas tuvo
energía para tocar con los nudi-
llos de las manos en una casa de
miserable apariencia.
Una anciana salió á abrirle.
Sin dar tiempo para reponerse
de su asombro:
—Señora Rita—balbuceó —¿no
es verdad que mi madre vive toda-
vía? mi esposa .. ..mis hijos....
verdad?
—¡Pobre Andrés! tu madre fué
ayer conducida al cementerio
tu esposa....
—No quiero saber más.
Delirante, la mirada extraviada,
poseído por el vértigo, asi atra-
vesó las dos calles del pueblo, y
al detenerse en el umbral de su
hogar, fijó sus ojos cristalizados
en el cuadro terrible que tenía
delante.
Sentada en el quicio desvenci-
jado, una infeliz ciega, joven.sos-
tenia en su regazo dos pequeñas
criaturas, cadáveres ya, y á quie-
nes arrullaba como si estuviesen
en la cuna!
¡La infeliz estaba loca!
# « I •••• ee#e *## «oet#e*
Y en tanto, allá en la ent
del bosque, junto al
muro, rodeado de vida, de air<*.
de juventud, de aol. el iifeli* sol-
dado cae acribillado por las bala s
y maldiciendo á sus verdugos!
S. Federico Rekemdi.
LAS TEORIAS.
Siempre he estado y estoy con
y por aquellos que llevan al ex-
tremo sus teorías, lo cual es el
mejor medio de vivir tranquilo, ó
es preciso deducir de ellas y po-
ner en práctica hasta sus conse-
cuencias fatales. Un cristiano que
no está pronto y resuelto al mar-
tirio. no es cristiano; un católico
que no acepta la Inquisición ó
discute el SUlabun, no es católico;
un libre pensador que se casa ca-
nónicamente por conseguir á la
joven núbil á quien ama, ó que se
hace enterrar por la iglesia para
no contristar á su familia, no es
libre pensador, son simples afi-
cionados. simples comparsas en
la tragedia humana. Pero son los
más numerosos, preciso es con-
fesarlo. Hacen bulto en las esta-
dísticas, cuando por pruebas pre-
tenden darse números; no figuran
en las grandes evoluciones de la
especie.
A. Dümas
NOCHE DE LUNA.
Han llegado ya al lindero del
bosque.
Exhaustos de sed y de fatiga
reposan un momento, al cabo del
cual, uno de elllos con ánimo re-
suelto se levanta y dirigiéndose
al más joven que meditaba abis-
mado en tristes reflexione:
—Camarada—le dice—es teme-
rario nuestro arrojo y no vendría
muy tarde la expiación. Dispén-
same, pero regreso al cam-
pamento.
—¿Estás loco? ¿no piensas en
el riesgo que corres si te ven en
la avanzada? y además, es asi
como cumples tu palabra?
Y sintiendo que la rabia le cie-
ga y la sangre le sube en oleadas
á la frente:
—Vé—le dice—regresa si lo
quieres. Yo. prosigo Ai camino;
tengo una anciana madre mori-
bunda. unos hermanos pequeños
que perecen de hambre de
hambre ¿lo oyes? mi esposa está
ciega y la han expulsado del cam-
pamento de Torín porque .. ..ve-
nia á pedirme pan para mis hijos
y yo.. ..¡no lo tengo!.. ..
Y rápido, inundados los ojos
en llanto, llanto de impotencia y
desesperación, oorrió desatentado,
loco, sin escuchar los adioses de
su amigo.
Doblaba ya la última colína
cuando á sus oídos llego el rumor
sordo y confuso de. una detona-
ción.
—¡Pobre Pedro!—murmuró—
e han sorprendido al volver á la
avanzada!
n
Más allá de Potám, en la falda
de una montana y perdida entre
los cacthus y los fragantes limo-
neros, se esconde una pequeña y
graciosa aldea 4 la cual, los na
torales del país le llaman: "El
aduar da San Matea"
Aquel grupo de blancas chocas,
para el que lo contemple desde la
llanura, «leba asemejarse á
Hay séres sobre los cuales pesa
la maldición de Dios y el estigma
de la sociedad.
¿Quereis conocer su existencia
infortunada?
¿Deseáis conocer su falt,a?
¿Sabéis cual es su crimen?
Su existencia es un ca'ario; su
falta: el haber nacido pobre; su
pasado: la miseria; su porvenir:
el cadalso; su historia: la desgra-
cia y la orfandad!
Para el rico, para el magnate,
que reviste sus acciones de oropel
y blinda en acero su pecho gan
grenado; para ese la gloria, la
fortuna, el homenaje; para el pa-
ria, para el mendigo, para el pro
letario, para ese.. ..el desprecio,
la saliva, la deshonra!
¡Ah sociedad maldita! ¡tú
eres su verdugo!....¡¡miserable!!
III
Han trascurrido pocos meses.
El tránsfuga infeliz que aban-
donó su puesto para socorrer á
sus hijos es aprehendido por un
destacamento que recorría las
cercanías de la comarca.
Conducido ante la autoridad
militar que debe juzgarle, hara-
piento, casi desnudo, azotado por
sus conductores se presenta tran-
quilo ante sus jueces.
—¿Por qué desertaste? ¿no sa-
bías que al cometer ese crimen te
hacías reo de un gran delito que
se castiga con la muerte?
—Sefior —contesta -el desgra-
ciado—mi madre estaba enferma;
mi esposa, ciega.....mis hijos
¡sin pan!
—¡Calla imbécil! ¿qué le impor-
ta al tribunal tu mujér y tus hi-
jos?
—Señor!....no fui culpable....
—¡Basta!
La luz del al va asoma tras los
picachos de las elevadas monta-
nas.
Palidecen las estrellas, eclip-
sadas por las rosáceas tintas de
la cercana aurora.
Los ganados abandonan sus
apriscos; la naturaleza se viste
de gala y se oye ascender en loa
arbustos la sabia fecundante.
En la vetusta parroquia, la
pana con ana tañidos metá-
licos invita á los fieles para ado-
Las hojas se estremecen
al soplo de la brisa
Vibrando en el silencio
con mágico rumor;
Parece que remedan
los ecos de la risa.
Y á veces conmovidos
lamentos de dolor.
#
Orlada de crespones
la luna refulgente
Comienza tras el monte
su luz á derramar.
Plateando los cristales
que nacen del torrente,
Las plácidas riberas.
las ondas de lá mar.
Traviesos penetrando
sus rayos tembladores.
Retratan sobre el musgo
las frondas del jardín.
E imprimen atrevidos
sus besos á las flores
Que duermen ocultando
sus broches de carmín.
Los céfiros se alejan.
se van por la pradera.
Haciendo enamorados
los pétalos mover;
Se alejan y suspiran
temiendo en su carrera
Que el beso de la luna
los pueda detener.
Parece que se escuchan
secretos de las rosas.
Sollozos expresados.
en rítmica expresión;
Parece que las frondas
susurran misteriosas
Turbando en «1 silencio
La célica extensión
Gil. Muk.
SUDA Y GOZARÁS
DE SALUD.
•Ganarás el pan con el sudor
de tu frente," dijo Dios al hom-
bre, en castigo de haber des-
conocido éste las dulzuras
de la vida que llevaba en el Pa-
raíso; y la Sra Higiene nos dice
abofa: "Con el sudor de tu cuer-
po coacervarás la salad."
Con efecto, el que oo suda ya
puede ir preparándose para
enfermo tarde ó temprano,
an método de vida y clase de
con que se nutra
flHHM
alte solo retratare poco
■M
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Cruz, Pablo. El Regidor. (San Antonio, Tex.), Vol. 9, No. 364, Ed. 1 Thursday, June 4, 1896, newspaper, June 4, 1896; San Antonio, Texas. (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth193079/m1/2/: accessed July 4, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu.; crediting UT San Antonio Libraries Special Collections.