La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 8, No. 2,208, Ed. 1 Monday, April 25, 1921 Page: 3 of 8
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TA PBENStf
CCOTC^EDtTOQIAL
- ¡CUIDADO CON EL RIDICULO!
I Hay pequeños detalles en los gobiernos
que en sí mismos nada valen pero que cau-
san desprestigio y perjudican a veces más que
los grandes errores. La impopularidad "na-
cional" de Madero después de su enorme po-
pularidad debióse en parte a los aspectos
risibles de su administración y sobre todo
de él· mismo- Y en terreno tan bien abonado
pudieron prosperar publicaciones cómicas
que marcaron con el relieve del ridículo lo
que debía ser respetable y hasta solemne.
Ahora en México y en el Gobierno actual
está sucediendo algo semejante. Alejado el
pavor que infundió el carrancismo con sus
grandes crímenes espeluznantes la ironía y
la burla empiezan a asomar sus máscaras car-
navalescas y ya se escuchan carcajadas en
torno de los más conspicuos funcionarios de
la nación.
Nosotros no vamos a seguir la inspiración
de la musa satírica porque en estas columnas
po caben tan frivolos devaneos; pero sí que-
remos anotar unos cuantos detalles de los a-
Judidos para que el Gobierno o más bien di-
pho las personas que lo componen miren por
el decoro de los cargos que representan y
procuren alejar de sí toda probabilidad de
que el buen humor de nuestro pueblo las cla-
ve en la más ominosa y desairada de las pi-
cotas en la del ridículo.
Hace pocos días llegaron a la ciudad *de
México los restos del célebre orador don Je-
sús Urueta fallecido en Buenos Aires cuando
desempeñaba el cargo de representante di-
plomático de nuestro país; y como era natu-
ral salieron a recibir el cadáver hasta Vera-
cruz comisiones de diferentes grupos políti-
cos y oficiales. Una correspondencia de la
Capital nos refiere cómo llegaron a la Esta-
ción del F. C. Mexicano los comisionados que
traían el féretro del tribuno.
"De los miembros de las diversas comisio-
nes sólo el señor Sánchez Azcona vestía de
luto. Los demás ostentaban trajes de diver-
sos colores y estilos y hasta alguno de los a-
compañantes llevaba al cuello corbata de un
fojo agresivo. El primero que descendió del
parro "Pullman" apareció ante la numerosa
concurrencia con media docena de bastones
de Apizaco en la diestra y en la otra mano
pna "capa dragona" con vueltas de color ca-
nario. En seguida venia un señor gordo re-
luciente orondo con la cartuchera repleta
3e proyectiles 44 ceñida casi en los muslos:
sste caballero había comprado gardenias en
Jalapa porque debajo aei Drazo traía uuu
de esos "tubos" de plátano en donde los in-
dios empacan aquellas flores para preservar-
las de la intemperie." "Cerraba el grupo de
comisionados—añade la crónica—un diputa-
do con traje a cuadros de color azul turquí
sombrero tejano y chaleco rojo de fantasía
émulo de los que solía usar el señor Vidal y
Flor en sus tiempos mozos. Ese padre de la
patria se asomó primero por la plataforma
posterior del carro y pocos minutos después
apareció con sendas jaulas de pericos en las
manos y por cierto que los gárrulos volátiles
armaban una algarabía de todos los demo-
nios "
Por respeto al mismo Gobierno hemos su-
primido nombres de personas en la informa-
ción que antecede y sólo diremos que se tra-
ta de prominentes funcionarios de la actual
administración.
Otro detalle indecoroso y risible: "La Jun-
ta de Covadonga que organizó una gran co-
rrida de toros en la ciudad de México obse-
quió doce barreras de primera fila a los seño- ¡
res Magistrados de la Suprema Corte de Jus-
ticia de la Nación"—dice nuestro informante-
"Y después se supo que casi todos los boletos
se hallaban en manos de los revendedores
porque aquellos altos funcionarios habían es-
peculado con el obsequio...." "Como que
las barreras llegaron a venderse en doscien-
tos pesos cada una!"
En una crónica de la Cámara de Diputados
un representante q' se llama nada menos que
"Manlio Fabio" espetó la siguiente barraba-
sada digna de un troglodita: "Los intelectua-
les sonreían sin comprender que en los ac-
tuales momentos ya no son necesarios los
grandes talentos" con lo cual se proclamó la
dictadura de los analfabetas y de los ineptos.
Sería interminable el número de ejemplos
que podemos traer a colación para poner de
resalto la decadencia del sentido común en-
tre los elementos que gobiernan a nuestro in-
fortunado país. La indumentaria de los co-
misionados para recibir los restos de Urueta
Ja conducta indecorosa de los revendedores
de boletos de toros y las "elocuentes" pala-
bras de Manlio Fabio son una misma cosa
son el resultado de una revolución que elevó
al poder a los ineptos a los fracasados de
todas las actividades sociales intelectuales y
morales y erigió sobre el altar de sus malos
instintos el ídolo bárbaro de la Incompeten-
cia.
' 7- .-.-.^r-npT.cioanC3C3C3W13>J
OOU£3C3eKauuuuuuwuwUww___
EL COMENTARIO EXTRANJERO f
£2S2S2S252S2aS2S2S2S2S2S252S2Í2S2SZ52S2S252S252S25HS2525e3
■>«—^τ»«__ιι_ιηυυοκ309*π»^.'ΐ.»|*ι«*5«'Ω5ϊ?52*«ίΜΰΐ252Ιϋ
DELANTE DEL MURO
En los magníficos discursos que
ha pronunciado en la Cámara de Di-
putados el señor Briand les ha he-
cho piena justicia a las argucias ale-
manas y una orden del día de confian
2a votada por una inmensa mayoría
aprobó la política de reparación y fir-
meza inaugurada—ai fin—por la Con
forencia de Londres. El Presidente del
Consejo so felicita de haber podido
decirles a nuestros aliados: "Véis el
muro en el quo estoy recargado no
puedo retroceder un solo milímetro".
Do acuerdo con el señor Briand la
Cámara acaba de cimentar aún ese
muro quo nadie echará por tierra ya.
Es yat inútil pues mirar hacia a-
crás do nosotros. Hacia el presente y
hacia el porvenir es hacia donde de-
bemos volver los ojos. ¿Dónde nos
hallamos exactamente? Como lo dijo
el jefe del gobierno francés nuestros
«toldados están en Ruhrort. ea Duis-
bourg y e>n Dusseldorf al lado de k>e
soldados aliados. indicando de esta
masera su voluntad solidarla de obli-
gar a Alemania a respetar su firma y
sus compromisos; controlan la cir-
culación de una gran parte dol carbón
del Huhr; y. siguiendo la frase del
señor Briand. les muestran a nuestros
vecinos que algo han cambiado las
cosas desde 1871.
Por el hecho mismo de qua los ale-
manes nos han obligado violando el
tratado de Versalles a ocupar tres
ciudades en la ribera derecha del
Khin. todas las concesiones que les
hablamos hecho en Spa en Bruselas
y en Par's caen y desaparecen. Ale-
mania no puede ya sacar partido de
ninguna de las ventajas que se le ha-
bían dejado tomar· No queda otra co-
sa más que el tratado. Eso es lo que
se ha decidido.
Es cierto que el señor Briand agre-
gó que hay en este acto diplomático
algunas cosas excelentes y otros más
frágiles y que llegará día en que el
gobierno dará a conocer a la CAmara
"•su concepción de los métodos más
propios para salvaguardar los dere-
chos de Francia". No podemos hacer
otra cosa que esperar las nuevas ne-
gociaciones anunciadas. El gobierno
las lleva a cabo con la fuerza acrecen-
tada que le viene de la aprobación
parlamentaria y se inspirara no lo
dudo ni por un momento en las In-
tenciones que expresa en términos
formales la orden del día de la Cá-
mara: "Aplicación de sanción?» efi-
caces con el objeto de obtener resul-
tados positivos que correspondan a
nuestros derechos ya sea que se tra-
te del desarme de las reparaciones o
del castigo d? los culpables".
Entre las "cosas excelentes" que el
señor Briand señala en el tratado de
Versalles hay una q' ¡os ai lados ha-
blan abandonado deliberadamente en
las conferencias que precedieron a la
de Londres es derecho do los frnncese*
a la reparación íntegra de ?us per-
juicios. XI señor Erland dcelnró que
en las conversaciones do Par's ?o
vió embarazado por el recuerdo de las
pláticas de Bea'ogao. y <jue ijotn# con-
secuencia de este em'ourazo tuvo que
Traducción da¡ francés para
"LA PRENSA"
dito. Ahora. la actitud de Alemania
ha libertado a nuestro gobierno. Te-
nomos. pues el derecho de volver sin
j preocupaciones por el pasado al prin-
¡ ciípo establecido por el tratado y sos-
tenernos allí firmemente. La Comi-
sión do reparaciones va a dejar ter-
minado para el primero de mayo el
avalúo de los perjuicios. La cifrcj q'
fije al mismo tiempo que 1© mos-
trará al mundo entero la Inmensidad
de nuestras pérdidas determinará el
monto de lo que se nos debe· Si algu-
na voz se inician nuevas conversacio-
nes con Alemania será esta cifsa y
no otra alguna la que habrá que te-
ner & ¡a vista.
¡Fatalidad singular; Hasta la con-
ferencia do Londres todas las veces
que se había tocado el tratado de Ver
salles se le habla debilitado y empeo-
rado en lugar de mejorarlo. Si se quie-
re corregirlo ahora que se conser-
ven por lo menos las "cosas excelen-
tes" y que se limite todo a fortale-
cer las "cosas írftgiles".
Una de las "-cosas frágiles" que
! yo denuncié por cierto durante las
negociaciones de 19XS al gobierno ha
sido sacada a luz de una manera no-
table por el señor Andrés Lefevhe
T-ík» comisiones Interaliadas de con-
crol. instituidas por la sección IV de-
ben disolverse una vez que hayan ter
minado la obra que les asignan el
artículo 203 y los siguientes: y si
Alemania comienza a armarse nue-
vamente al- día siguiente no subsis-
tirá control alguno permanente para
obligarla al cumplimiento do compro-
misos. De acuerdo con los términos
del artícu'.o 213 Alemania debe es
verdad prestarse a cualquier investí- '
gaclór. ordenada por el Consejo de la ;
Sociedad de las Naciones: piro es
de temerse que la Sociedad mal or- j
ganlzada para ejercer esa vigilancia
no la puede hacer efectiva y quej
dentro de poco nos hallemos frente
a frente do una Alemania armada has
ta los dientes. Nada es mejor que el j
que los tillados traten d<5 llenar esta
laguna y si lo logran habrán hecho
mucho por la paz del mundo
Otro vicio hay en el tratado y^aca-
eo sea el más grande. El art'eulo ¿33
dice que la Comisión de Reparaciones
fijará un estudo do pagos de la deu-
da alemana en un periodo de treinta
aftc» a partir del lo de mayo de
192i; y en la parte XIV relativa a
las garantía» de ejecución ci artícu-
lo 428 Indica que lae tropas de las
potvnclas aliadas* y asociadas ocupa-
rán ios terriuoríes alemanes quo se
hallan al Oeste de! Rhin asi como las
cabezas de puente durante un i«-
r'odi· de quince aftos solamente a con-
tar de i» fecha en que se haya puesto
en vigor el tratado- As* por un lado
una deuda cuyo pago debe escalonar-
se· en treinta años cuando menos pues
se prevé que los piases pueden ser
ampliados; y pur otro una hipoteca
cuya duración nq excede do quines
años y que irá además aminorándole
Sí. ya sé que el Articulo 430 agre-
ga que en caso de que Alemania se
rehuse a cumplir sus obligaciones
las zonas especificadas en el artícu-
lo 429 serán reocupadas inmediata-
menee en uodo o en parte por las
fuerzas aliadas. Pero no siempre es
fácil -volver a adquirir una garantía
después de haberla entregado y en
todos los países del mundo es una
verdad proverbial que vale más tener
una cosa que ir en po» de ella.
Esta desproporción entre la dura-
ción del pago y la duración de la ga-
rantía hace que el tratado esté cojo.
El 20 de noviembre de 1315 se había
convenido que ios ejércitos de la coa-
lición ocuparían nuestros departa-
mentos del Este hasta que l·Yancia
hubiera pagado los 700 millones de
contribución de guerra que se le exi-
gieron; el 26 de febrero de 1871. el ar-
tículo de los preliminares de paz es-
tipulaba igualmente que los ejércitos
alemanes permanecerían en territorio
francés hasta que se hubiera pagado
hasta el último céntimo de la indemni
zación de cinco mil millones. La ló-
gica y la prudencia habrían exigido
según me parece que el mismo para-
lelismo se hubiera establecido en el
pacto de Versalles. entre el crédito y
la fianza. Durante los primeros meses
de ISIS les expresó frecuentemenoe
a los señores Clemenceau y Pichón
las graves aprehensiones que me
causaba esta claudicación del trata-
do. Antes de la firma final el Presi-
dente del Consejo les envió a los se-
ñores Wilson y Lloyd George una no-
ta que yo había redactado'acerca de
esta importante cuestión. Pero nues-
tros amigos y aliados habían ya to-
mado su resoución y de ello me infor
marón cortésmente por escrito sin
que me hubiera sido dado el discu-
tir con ellos. La peligrosa anomalía
que se habla deslizado en el tratado
se conservó pues y si se le suprime
corremos el riesgo de quedarnos el
día menos pensado con las manos va-
cías frente a una Alemania que no
nos habrá pagado indemnización.
Quiero creer que después de todo
lo que ha pasado desde 1913 y a la
luz de las explicaciones del señ>r
Briand nuestros aliado» se darán
cuenta en lo sucesivo de la realidad
de este peligro. En Paris habían acep-
tado una sanción de la que na sé por-
qué no se volvió a hablar: la pro-
longación do 'n ocupación. Reanude-
mos con ellos la plática comrnzada
y esforcémonos por hacer que defini-
tivamente concuerden nuestras Ideas
y nuestros método*. El ucuerdo de
Londres nos ha puesto en buen cami-
no. Pero cualesquiera que sean las
medidas de ejecución que tomemos
hay desgraciadamente las mayores
probabilidades para que no tengan
por sí mismas más que un rendimien
to Insuficiente Xi fl cordón aduanal
de la ribera izquierda ni el régimen
a que van a ser someildas ¡as impor-
taciones u lema ñas y cuya complejidad
tan' bien ha pues;q de manifiesto ei
señor Briand nos asegurarán el pugo
rápido cíe nuestro crédito. Xq. obt^n
PjjS=~s^^:£:=lg:=?=:£:::TTT -=-=■■=-
El Tráñco de la Ciudad de México
■i } A. :·
"El Demócrata." de hoy anuncia que
el Presidente del Ayuntamiento de es-
ta Capital señor Herminio Pérez A-
breu ha decidido al fin aceptar las in-
dicaciones de la prensa metropolitana
referentes a la urgente necesidad de re
5lamentar debidamnto el tráfico de
vehículos por las calles y más que re-
glamentarlo. de hacer que los regla-
mentos s* respeten pues actualmente
existen en vigor multitud de decretos
y ordenanzas municipales que han
venido atropellándose ante la vehemen
cia de nuestros choferes y cocheros y
ante la parsimonia de nuestros gen-
darmes
IXísde hace mucho tiempo la prensa)
secundada por muchas corporaciones
está haciendo una campaña sistemáti-
ca para que alguien. el Ayuntamiento
el Gobierno del Distrito el Gobierno
GenenJ o Dios mismo si es que puede
pongan en orden este inaremangum
que se observa a todas horas del día
en las avenidas más céntricas de esta
Capital y libren a los habitantes de la
misma del peligro en que tienen sus
vidas cada minuto cada segundo a
causa de los desaforados vehículos
que prolongan en estos días pacíficos
la época revolucionaria cuando la vida
EFEMERIDES
MEXICANAS
Inaupracióu del Telégrafo
en la República Mexicana
23 DE ADRIL DE 1852—En este
d'a quedó inaugurado el telégrafo en-
tre Veracruz y Orizaba.
Grandes eran las dificultades de to-
do orden con que tropezaba en su mar
cha la nación mexicana en aquel aflo.
La hidra (Je la revolución alzaba su
cabeza por distintos puntos. SI era-
rio se encontraba en perpetua banca-
rrota. Los campas devastados por las
continuas revueltas: muchas indus-
trias paralizadas y el progreso estan-
cado.
En medio de tantas calamidades la
introducción del telégrafo en 1&' Re-
pública mexicana fué un gran consue-
lo para los amantes de la patria y un
positivo adelanto para la nación.
Al mediodía del 25 de abril de í 852
funcionó por primera vez el telégra-
fo en nuestro suelo. Las primeras pa-
labras que trasmitió fueron estas:
"¡Viva D. Juan de 1a Granja¡".
D. Juan de la Granja -era un español
avecindado en México que habiendo
formado un capital con su trabajo y
honradez implantó varias mejoras úti-
les en nuestrtro país siendo la prin-
cipal de ellas la introducción del te-
légrafo para establecer el cual no so-
licitó subvención de ninguna clase ha-
ciendo todos los gastos de su peculio
particular·
••El Eco del Comercio" periódico q'
se publicaba en Veracruz dijo con
motivo de la inauguración del telé-
grafo: "Nosotros ahora y siempre re-
petiremos: "Viva el autor de la linea
telegráfica puesta sin menoscabo de
los fondos públicos para honra y pro-
vecho de la nación";
El d'a 4 de mayo quedó abierta al
público dicha linea y el prmer mensa-
je que se trasmitió daspués ael que
hemos hablado fué una comunicación
del ayuntamiento de Orizaba al pre-
sidente del ayuntamiento de Veracruz
felicitándole por la instalación del te^
'Aerafo.
Hoy que toda la República mexica-
na t-stá cubierta de redes telegráfi-
cas gracias especialmente al gobier-
no del General Díaz parece insignifi-
cante el adelanto que significó hace
sesenta y ocho años la introduccií.n
de esa mejora cuya utilidad solo po-
dría comprenderse si llegara a faltar
actualmente unos cuantos días.
Entonces hubo que importar del ex-
tranjero tanto el material como los
instaladores y los telegrafistas que
explorar el camino para tender la li-
nea todo lo cuál demandaba mayores
gastos qu-e ahora.
suficientemente fuertes para romper
la mala voluntad del Reich. El día en
que nuestros vecinos tengan la convic
' ción de que sus acreedores continúan
ι unidos y se hallan resueltos se apre-
surarán a cambiar de tono y de pro-
cedimientos. i
La Comisión * de Reparaciones les
va a proporcionar a los aliados el lo.
de mayo próximo la oportunidad de
manifestar una vez mis ese enten-
dimiento y esa firmeza. Ya fuimos ad-
-vertidos de que Alemania no pagará
los 12 mil millones de marcos oro
que debe ya por cuenta de los 20 mil
millones previstos en el tratado. Des
de ahora está imaginando nuevas
chicanas para tratar de eludir este
primer arreglo- Una violación siste-
mática de los compromisos adquiridos
va pues a unirse mañana a todas las
quo los aliados pudieron comprobar
en la conferencia de Londres. Esta
traerá consigo naturalmente sancio-
nes complementarias.
Estas sanciones no serán fijadas
ι por los aliados animados por el odio
o por la idea de causar una vejación;
las elegirán de tal manera que sean
eficacos es decir que puedan obrar
sobre la moral de las poblaciones ale-
manas al mismo tiempo que hieran
efectivamente los bienes o los ingre
sos del Reich; pero para que esta
eficacia no sea ilusoria es preciso
desde luego que esas sanciones no
sean una especie de recargo acciden-
tal o de castigo momentáneo infli-
gido a Alemania sino que sean un
medio de apremio y de coerción pro-
longado hasta la ejecución completa
debiendo desaparecer inmediatamente
después.
La hora es decisiva. Un Instante
de debilidad har'a que se perdiera to-
do. Una energía perseverante salva-
rá nuestros derechos y cimentará la.
paz.
I de un hombre valía menos que la de
un perro.
Alprunog diarios de grn« importan-
cia como "El Universal" están comba
tiendo con gran enerva a los "uUto-
móviles asninos" y no dejan de la mu
no a los que atrepellan gente. Buena
tarea es es a por cierto porque para
llevar la cuc-ntal de las víctimas del bol
sheviklsmo automovilístico se necesita
mucha constancia y mucha paciencia y
buena cantidad de espacio en el perió-
dico. La lista de los que mueren o
resultan maltrechos en las cj.11:s de
esüt Capital por atropellamionto es
verdaderamente pavorosa y en cual-
quiera otra parte del mundo haría po-
ner los pelos de punta y el grito en
ci cielo a los supervivientes de la dia-
ria! hecatomb» pero a nosotros a quie-
nes "nos vienen grandes" todas las
listas pavorosas después de la Ciuda-
dela y de log combates de Torreón y
Colaya y de los fusilamientos liberta-
rios de todas la etapa democrática. ape
reas si noe causa molestia y nos llama
la atención como cualquiera otra de
las calamidaJdes qu venimos sufriendo.
Si no fuera porque los periódicos a
falta de otra cosa que hácer se nan
' empeñado en que cese ese desórden
éste seguirla como los otros muchos
quo se observan en cualquier pai te '
hacia la que tiendb. uno la. vista.
Pero de cualquier modo y para bien
nuestro el señor Pérez Abreu dice que
está ya completamente resuelto a pro-
nunciad ej "quos ego" que aplaque las
olas encrespadas de es? tempestuoso
mar de Plateros. Pa¿«eo de la Reforma
y lugares adyacentes. La noticia es ■ [;
de lo más halagadora para. Ins que an-¡[
riamos a pío porque al fin y al cabo ¡ [
los que van i*n automóvil podrí η ser j [
llamarlos asesinos .pero no muertos y · j
dígase lo que se quien y contra todos; j
los prceptos de la moral vale más lo' r
primero q' lo lo segundo y por lo mis¡
mo quienes saldremos ganado sere- !!
mes los peatones. !
Mas Justamente porque vamos a> ser .
los gananciosos no queremos hr-'cerrsos j
ilusiones y nos ponmos a pensar con !
todo el buen desoe do quo les silga
bien su magnifico propósito a los i»e-
riódicos y al señor Pérez Abreu' ¿Có-
mo van a hacer para que los automó I
viles "extra-rápidos" que en muchas I
ocasiones se han llevado en-las espue- |
las al fT-nd:rme que vigila el tráfico |
atiendan voluntariamente la orden de |
ese agente de la autoridad. ¿Van a po- |
ner artillería en las ailles pura hacer
cumplir las ord'.aímzas? O hablando ¡
con formalidd ¿se va a ot-rnr con to- j
do rigor par que el gendarme no que- j
de burlado como acontece a diario y ι
aun ai mi.-mo gendarme se le va a exi-
gir que cumpla con mi d^ber y que no ¡
se ponga a comentar las peripecias de.
la riltima corrida de toro?* con sus com- j
pañeros de punto en tanto que ti trá- I
fico anda como lo da la gatia y él el I
¿rendarme olvida sus obligaciones de !
semáforo? I
Se-necesita observar muy cerca núes '
tro carácter para hacernos comprender ¡
a nosotros mismos que estamos impo- ¡
si bilí tad os para halcer ceirtas (-osas q' ¡
en otros países son relativamente fá- ;
el les. Pretenden nuestros periódicos y
nuestros munfeipes. según hemos po-
(Pasa a la cuarta. Página)
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Casa Editorial Lozano
3
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Lozano, Ignacio E. La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 8, No. 2,208, Ed. 1 Monday, April 25, 1921, newspaper, April 25, 1921; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1069253/m1/3/?q=%22%22~1: accessed June 25, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu.; .